Esther Ferrer es una de las pioneras de la performance en España (en la década de los años 60... "tirábamos la puerta que no nos dejaba pasar. Luego el hueco ya estaba hecho"...). Licenciada en Ciencias Sociales y Periodismo, estudió arte en París, ciudad en la que reside desde 1973. A partir de 1964 y hasta 1996, junto a Juan Hidalgo, Walter Marchetti o José Luis Castillejo, entre otros, forma parte del mítico ZAJ. Muy influido por el pensamiento de John Cage, en pleno franquismo, este grupo apoyado en el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo, cogió impulso para cambiar, con sus acciones, la escena artística de un país que vivía una "oficialidad" poco informada. ("La acción consiste en salir del cuadro, de la bidimensionalidad, para entrar en el espacio y utilizar tu cuerpo como sujeto, con un simple trabajo que es la presencia, que la performance requiere"). Desde ... los años 70 la artista alterna las acciones con una producción plástica vinculada mayoritariamente al mundo de la instalación. Su trabajo en series fotográficas que se han desarrollado en el tiempo ha sido característico de toda su trayectoria ( El libro de las cabezas, El libro de las manos, El libro del sexo...) así como su particular y menos conocido interés por el mundo de los objetos ( Sillas, Juguetes educativos...).

En el marco del arte, serie que surge en los años ochenta y de la cual presenta una pieza de grandes dimensiones en la Bienal de Venecia de 1999, es un guiño a la historia del arte; un juego conceptual que toma como materia de reflexión el elemento que tradicionalmente se usa para dar valor a lo que contiene, a lo que decora; el acabado que el insconsciente colectivo asocia al arte museable. Ahora éste se convierte en el protagonista no sólo desde el punto de vista físico sino también como vía de explotación mediante el objeto o la instalación de todas las connotaciones y sugerencias que la palabra marco puede producir. Obras históricas junto con piezas producidas para la exposición suponen una excelente oportunidad de acercarnos a una amplia visión del trabajo menos conocido de una de las artistas fundamentales de nuestro país.

"...Yo hago lo que me interesa y me gusta; no soy apóstol, ni asistente social, ni cura ni político. Soy una persona que vive y que intenta tener la cabeza fuera del agua y respirar. Para mí el arte es respirar, absorber el mundo que te hace vivir..."