Descripción de la Exposición
Mi obra es una búsqueda constante del color, a veces lo encuentro en el blanco y otras en el negro. Tela o papel, da igual el soporte, solo me mueven las ganas de seguir creando y aprendiendo.
– Mar Enríquez
Tras varios años mostrando su obra en distintas exposiciones, galerías y ferias de arte tanto nacionales como internacionales, y habiendo quedado finalista en dos ocasiones en la Biennale di Genova, la artista Mar Enríquez nos invita en esta exposición individual presentada en la Galería de Arte Montsequi a embarcarnos en una nueva aventura En busca del color.
Ordenada de presente a pasado, aunque pudiendo seguir el recorrido de forma inversa, esta exposición se estructura en torno a tres bloques diferentes según la técnica empleada. Tres miradas que nos muestran la evolución de la artista antes, durante y después del Estado de Alarma de la Covid-19. Momento en el que su obra da un giro inesperado, dejando atrás sus paisajes imaginados para trazar un nuevo camino hacia la abstracción.
Comenzando por el final de la sala encontramos acuarelas de distinto formato. Ventanas que nos acercan a los recuerdos de la artista. Lugares surgidos de la memoria que, a partir de gotas de color sobre el papel, se transforman en Un viaje inesperado o un Bosque imaginado, en un día de tormenta envuelto en un sentimiento de añoranza, como Adiós, o, por el contrario, en cálidos paisajes que nos hacen regresar a momentos inolvidables a orillas del Mediterráneo, como el Color del atardecer.
Una luna llena escondida entre las nubes da paso a una nueva mirada surgida durante el confinamiento de 2020. Una forma diferente de sentir y participar del proceso creativo por parte de la artista, dejándose llevar por el color y, en muchas ocasiones, utilizando sus propias manos como medio de expresión sobre la tela. Y también un grito de esperanza en un momento de incertidumbre y miedo, partiendo del negro para encontrar el color y la libertad. Surgiendo, de esta forma, Número uno, titulada así en honor a Pollock y primera de esta serie en gran formato, y el tríptico Fuego y agua, obra protagonista de la exposición y en donde ambos elementos se buscan y encuentran hasta desaparecer.
El agua como elemento transformador, como principio y fin, visible en Silencio azul, nos guía hacia la obra más contemporánea de la artista, donde se reconcilia con la acuarela para fusionarla con el acrílico e introducir nuevas técnicas como la estampación en Una hoja invisible. Partiendo, como siempre, de la improvisación para llegar a una Abstracción azul que nos evoca ese recurrir constante de la artista a las profundidades del mar. Permitiéndonos terminar esta pequeña retrospectiva de Mar Enríquez acercándonos a ella para escuchar La voz del océano.
Natalia García