Descripción de la Exposición
SC GALLERY presenta “EMPTY SPACES / MANY FACES”, la primera exposición individual del artista Roberto Rodríguez Redondo (Avilés 1981) en la galería.
“EMPTY SPACES / MANY FACES”, se centra en lo pictórico abandonando el marco tradicional del bastidor para acercarse a una tridimensionalidad escultórica.
Si en sus trabajos anteriores se movían en mundo gráfico muy marcado por el dibujo de inspiración naturalista, esta exposición, discurre a través de toda una iconografía figurativa que busca sus raíces en una cultura ancestral y antropológica.
Cuando en los años 70, en California, John Baldessari quema toda su obra producida hasta la fecha al grito de “No volveré a hacer arte aburrido”, un surfista llamado Frank Nasworthy desarrolló una rueda de poliuretano para tablas de skate que mejoró el agarre y que dará origen al skate moderno y sin saberlo, a toda una “subcultura” imparable que se ha imbricado en el tejido social, artístico y económico.
Cuando Roberto Rodríguez Redondo centra su atención en el mundo de la cultura del monopatín y el surf como soporte para sus primeros trabajos, confronta la experiencia vital de un movimiento que se oponía a una realidad dominante y el anhelo de su vocación como artista en el desarrollo de trabajos vinculados con la pintura contemporánea, la gráfica y el arte urbano.
A partir de su formación académica, Roberto convierte el espíritu del Do It Yourself en un viaje de búsqueda de una identidad propia como artista. Conformando todo un abecedario personal que bascula entre lo artesanal y la cultura de masas.
En EMPTY SPACES / MANY FACES, primera individual en SC Gallery, el artista se centra en lo pictórico abandonando el marco tradicional del bastidor para acercarse a una tridimensionalidad escultórica. Si hablamos de un concepto como el superflat de Murakami, Roberto está en las antípodas de esta idea, no estamos ante trabajos “superplanos” sino que a través de unas piezas volumétricas estratificadas supera la noción de planitud para convertirlas en un híbrido entre pintura y escultura.
Si en sus trabajos anteriores se movían en mundo gráfico muy marcado por el dibujo de inspiración naturalista, esta exposición, discurre a través de toda una iconografía figurativa que busca sus raíces en una cultura ancestral y antropológica. Las piezas, en las que utiliza madera y pintura industrial, son el resultado de una construcción muy procesual, donde se lamina la imagen consiguiendo bajo-relieves de distinto espesor que se caracterizan por acabados brillantes y que permiten con naturalidad conformar la imagen total.
Afirmaba Aaron Rose, artífice de Beautiful Losers, que "todos los artistas son souvenirs en los museos", pero en esa critica también ponía en valor la capacidad del arte para asimilar a la cultura popular como un eje constante de atracción, integrando toda una iconografía de la baja cultura a la sociedad contemporánea.
Esta idea que fetichiza los objetos se refuerza en las piezas de Roberto con una construcción física de diseño previo que se materializa en una fase más íntima del estudio, donde lo artesanal y manual se convierte en algo definitorio del trabajo. La topografía de los paneles, los vacíos entre las partes, el tratamiento del color, hace que su atractivo aspecto discurra en el cubo blanco de forma natural y liviana. Y a la vez, nos encontramos ante unos objetos que nos remiten a ese mundo desconocido, donde no manda el logos, un lugar que no está sujeto a la velocidad de la información y donde lo inédito se abre paso.
Por ello, las piezas podríamos observarlas casi como la representación distópica de dioses de una cultura ancestral, una estética de las emociones para crear objetos de deseo y adoración, piezas que te remiten a una naturaleza perdida de un tribalismo contemporáneo donde los objetos se convierten en iconos de civilizaciones olvidadas.
El autor reconoce con este trabajo que las obras de arte pueden ocupar múltiples dominios: lo estético y lo trascendente, lo mercantilizado y lo invaluable, y destaca que incluso dentro de un contexto cultural moldeado por la imagen, el consumo y las inteligencias artificiales, las emociones básicas como el amor, la amistad, la soledad y la alienación, permanecen constantes en la mirada del artista.
F.M.M.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
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