El domingo, 17 de junio, a las 13.00 h, tuvo lugar la inauguración en el espacio La Ventana de Emergencia, obra de Carmen Castillo realizada en 2016 y consistente en dos piezas, un bronce pulido y un acero tratado, como figuras de un universo propio que dialogan entre sí, evolución natural de trabajos anteriores que pueden contemplarse en los jardines del museo: Apacible (2008), Confiado (2008), Corazón huido I (2009), Corazón sigiloso (2009) y Gigia I (2009).
Carmen Castillo (Zaragoza, 1959), aragonesa afincada en Asturias desde siempre, a quien no le importa definirse como autodidacta, posee una dilatada carrera artística en la que ha pasado por muy diversos estadios evolutivos, desde aquellos sus primeros trabajos en barro, en poliéster, en bronce y ahora también en acero. La escultura de Carmen Castillo es una continua génesis, un paso hacia la creación de un mundo propio descrito en clave de lenguaje expresivo y...de sensibilidad.
En 1989 fundió su primer bronce. Un año más tarde ubicó dos piezas en espacios públicos de Aracena (Huelva) e Infiesto (Asturias) y desde entonces su trayectoria ha continuado por la senda de la escultura urbana durante los siguientes veinticinco años en los que ha dejado su impronta en ciudades de Asturias, Madrid, Cáceres, Salamanca, Valladolid, Barcelona y otras de la Unión Europea, como Oss en Holanda. En 1992 participó en la II Muestra de Mujeres Artistas del Principado de Asturias. Una de sus obras públicas más importante es Aula Medieval, instalada en Palencia, un grupo escultórico realizado en 1997, cuando obtuvo el primer premio en el Concurso para el Monumento a la Primera Universidad de España. En su dilatada carrera ha realizado exposiciones en una treintena de ciudades de Europa, con especial dedicación a espacios de su entorno.
Carmen Castillo lleva tiempo explorando nuevos espacios donde mostrar su obra. Destacan propuestas como la realizada en los jardines del Museo Evaristo Valle Corazones Huidos (2010) o Surgencia en La Cuevona de Avín (Onís), un centro museístico natural –gruta- donde su escultura se mimetizaba con las paredes y techos calcáreos de la cavidad. Siguió su exposición en el Acuario de Gijón, donde sinuosas formas de medusas recorridas por luces frías nos recordaban ese profundo azul que es el océano. Carmen nos acerca a su pasado como escultora, pero también a sus nuevas reformulaciones. Ensaya con nuevos materiales, en busca de nuevas texturas, sin abandonar el bronce.
El próximo domingo, 17 de junio, a las 13.00 h, tendrá lugar la inauguración en el espacio La Ventana de Emergencia, obra de Carmen Castillo realizada en 2016 y consistente en dos piezas, un bronce pulido y un acero tratado, como figuras de un universo propio que dialogan entre sí, evolución natural de trabajos anteriores que pueden contemplarse en los jardines del museo: Apacible (2008), Confiado (2008), Corazón huido I (2009), Corazón sigiloso (2009) y Gigia I (2009).
Carmen Castillo (Zaragoza, 1959), aragonesa afincada en Asturias desde siempre, a quien no le importa definirse como autodidacta, posee una dilatada carrera artística en la que ha pasado por muy diversos estadios evolutivos, desde aquellos sus primeros trabajos en barro, en poliéster, en bronce y ahora también en acero. La escultura de Carmen Castillo es una continua génesis, un paso hacia la creación de un mundo propio descrito en clave de lenguaje expresivo y de sensibilidad.
En 1989 fundió su primer bronce. Un año más tarde ubicó dos piezas en espacios públicos de Aracena (Huelva) e Infiesto (Asturias) y desde entonces su trayectoria ha continuado por la senda de la escultura urbana durante los siguientes veinticinco años en los que ha dejado su impronta en ciudades de Asturias, Madrid, Cáceres, Salamanca, Valladolid, Barcelona y otras de la Unión Europea, como Oss en Holanda. En 1992 participó en la II Muestra de Mujeres Artistas del Principado de Asturias. Una de sus obras públicas más importante es Aula Medieval, instalada en Palencia, un grupo escultórico realizado en 1997, cuando obtuvo el primer premio en el Concurso para el Monumento a la Primera Universidad de España. En su dilatada carrera ha realizado exposiciones en una treintena de ciudades de Europa, con especial dedicación a espacios de su entorno.
Carmen Castillo lleva tiempo explorando nuevos espacios donde mostrar su obra. Destacan propuestas como la realizada en los jardines del Museo Evaristo Valle Corazones Huidos (2010) o Surgencia en La Cuevona de Avín (Onís), un centro museístico natural –gruta- donde su escultura se mimetizaba con las paredes y techos calcáreos de la cavidad. Siguió su exposición en el Acuario de Gijón, donde sinuosas formas de medusas recorridas por luces frías nos recordaban ese profundo azul que es el océano. Carmen nos acerca a su pasado como escultora, pero también a sus nuevas reformulaciones. Ensaya con nuevos materiales, en busca de nuevas texturas, sin abandonar el bronce. El próximo domingo, 17 de junio, a las 13.00 h, tendrá lugar la inauguración en el espacio La Ventana de Emergencia, obra de Carmen Castillo realizada en 2016 y consistente en dos piezas, un bronce pulido y un acero tratado, como figuras de un universo propio que dialogan entre sí, evolución natural de trabajos anteriores que pueden contemplarse en los jardines del museo: Apacible (2008), Confiado (2008), Corazón huido I (2009), Corazón sigiloso (2009) y Gigia I (2009).
Carmen Castillo (Zaragoza, 1959), aragonesa afincada en Asturias desde siempre, a quien no le importa definirse como autodidacta, posee una dilatada carrera artística en la que ha pasado por muy diversos estadios evolutivos, desde aquellos sus primeros trabajos en barro, en poliéster, en bronce y ahora también en acero. La escultura de Carmen Castillo es una continua génesis, un paso hacia la creación de un mundo propio descrito en clave de lenguaje expresivo y de sensibilidad.
En 1989 fundió su primer bronce. Un año más tarde ubicó dos piezas en espacios públicos de Aracena (Huelva) e Infiesto (Asturias) y desde entonces su trayectoria ha continuado por la senda de la escultura urbana durante los siguientes veinticinco años en los que ha dejado su impronta en ciudades de Asturias, Madrid, Cáceres, Salamanca, Valladolid, Barcelona y otras de la Unión Europea, como Oss en Holanda. En 1992 participó en la II Muestra de Mujeres Artistas del Principado de Asturias. Una de sus obras públicas más importante es Aula Medieval, instalada en Palencia, un grupo escultórico realizado en 1997, cuando obtuvo el primer premio en el Concurso para el Monumento a la Primera Universidad de España. En su dilatada carrera ha realizado exposiciones en una treintena de ciudades de Europa, con especial dedicación a espacios de su entorno.
Carmen Castillo lleva tiempo explorando nuevos espacios donde mostrar su obra. Destacan propuestas como la realizada en los jardines del Museo Evaristo Valle Corazones Huidos (2010) o Surgencia en La Cuevona de Avín (Onís), un centro museístico natural –gruta- donde su escultura se mimetizaba con las paredes y techos calcáreos de la cavidad. Siguió su exposición en el Acuario de Gijón, donde sinuosas formas de medusas recorridas por luces frías nos recordaban ese profundo azul que es el océano. Carmen nos acerca a su pasado como escultora, pero también a sus nuevas reformulaciones. Ensaya con nuevos materiales, en busca de nuevas texturas, sin abandonar el bronce.
Entrada actualizada el el 18 jun de 2018
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