Descripción de la Exposición
Eloy Germán de la Iglesia (Zarautz,1944), fue un cineasta que logró mostrar una visión osada de nuestra sociedad desde sus comienzos en el cine en 1966, en plena dictadura franquista. Mantuvo una ardua lucha contra la censura hasta su desaparición en los comienzos de la democracia, en 1977. Militó en el cine y en la vida, llegando hasta el abismo y más allá.
Sus osados argumentos narran los problemas de la droga, las represiones sexuales de un país bajo la dictadura, la corrupción política, la actividad de grupos paramilitares, la delincuencia juvenil, la homosexualidad…, todos ellos temas tabúes en la época y que él se ocupó de hacer dinamitar. Retrato de una época oscura y reprimida que De la Iglesia contemplaba desde su militancia política y su onda raíz comprometida, sin perder el sentido del humor y la complicidad con el público.
Es poseedor de una obra insólita, provocativa y rompedora, cronista de mundos subterráneos, con una estética personal que ha permanecido indeleble con el paso de los años. Hoy, 12 años después de su fallecimiento en marzo de 2006, su obra sigue siendo referente y modelo para jóvenes cineastas.
Esta exposición en la sala Artegunea, comisariada por Pedro Usabiaga, fotógrafo con una reconocida trayectoria en la fotografía para cine, es la primera muestra completa que recoge todas sus películas, sus colaboraciones en televisión y en el teatro. Contada de una forma cronológica a través de 150 fotografías, la exposición Eloy de la Iglesia. Oscuro objeto de deseo, se convierte en una radiografía certera de más de cuatro décadas de nuestra historia.
Se le ha solido emparentar con la obra de realizadores como Pier Paolo Pasolini, Rainer Werner Fassbinder o Pedro Almodóvar.
Llegó a rodar 22 películas, entre 1966 y 2003 y también hizo algunos melodramas de encargo y algunas adaptaciones literarias. Abordó muchos temas controvertidos en esa España de los 80 que empezaba a asomar a la democracia, en la que muchos temas se pusieron sobre la mesa para ser sometidos a la discusión abierta. Trató, precisamente, de todos los temas políticamente incorrectos: aborto, sexo (en todas sus variantes, pero prestando especial atención a la homosexualidad), política, religión o familia. Eloy de la Iglesia dio voz, de alguna manera, a todos los colectivos marginados, a los disconformes con el statu quo, a la gente de barrio, a los desclasados. Y lo hizo de una manera directa, sin tapujos y valiente.