Descripción de la Exposición Laurie Lipton nació y creció en los claros, acogedores y ligeramente claustrofóbicos suburbios de Nueva York, como ella misma describe este lugar. Comienza a dibujar a los 4 años pero no será hasta los 6 cuando le ocurre un hecho que le resulta “tan irreal como una película de serie B” –sufrió abusos de manos de un enfermo huido de un centro de salud mental–. Este episodio le hizo adentrarse en su propio mundo, escapando de la realidad a través del arte. Su pasión por el dibujo le permitió salir de la normalidad y evitar ser consumida por la experiencia.
Desde temprana edad lo siniestro estuvo presente en su temática y provocaba reacciones en aquellos que las contemplaban. Fue a estudiar Bellas Artes a una de las más prestigiosas universidades americanas pero poco a poco se fue desilusionando con lo que allí encontraba. Corrían los años 70 y el arte se movía por el terreno de lo abstracto y conceptual. “Solía faltar a clase y refugiarme en la biblioteca durante horas copiando a Durero, Goya, Memling y Van Eyck”, comenta recordando aquellos años.
El deseo de Lipton era pintar como los maestros flamencos del S. XVII. Estaba completamente fascinada por el nivel de detalle de sus obras. “Me maravillaba el hecho de que pudiese ver los cristales de las ventanas en ciudades lejanas, así como cada brizna de hierba”. Sin embargo no logró dominar la técnica del temple al huevo, utilizada por sus admirados flamencos y tampoco encontró a nadie que le enseñase. Por ello podríamos decir que Laurie Lipton en realidad es autodidacta, pues lejos de conformarse con sus fallidos intentos por dominar la técnica flamenca, desarrolló una extraña manera de dibujar que obtenía la misma luminosidad y nivel de detalle que los Flamencos Renacentistas habían conseguido.
Su técnica le permitió regresar a su verdadera pasión; el dibujo. Construye las imágenes a partir del trazado de de miles de diferentes pequeñas líneas, en paralelo y formando ángulos, variando a su vez la longitud, ancho, ángulo y distancia junto con otras características de las líneas para obtener los diferentes resultados. Se trata de una técnica que lleva mucho tiempo. “Nadie en su sano juicio hubiera tenido la paciencia de dibujar de este modo” dice.
Mientras estudiaba en la universidad viajó a Europa con una beca para dibujar. Esta experiencia le cambió la vida y a su regreso a Estados Unidos estaba segura de que su residencia espiritual estaba en Europa. Tras graduarse en Carnegie-Mellon University, y con su diploma bajo el brazo, abandonó su país para vivir en el Viejo Continente. Vive unos años de excesos de juventud “podría haber muerto fácilmente y llegué muy cerca del suicidio” viviendo en Aix-en-Provence, Ámsterdam, Rótterdam, Hamburgo y Brujas. Tras superar totalmente esta etapa de excesos hace de Londres su hogar en 1986.
Su obra ha sido ampliamente exhibida por toda Europa y Estados Unidos y en ella es posible encontrar influencias tan dispares como los ya mencionados flamencos del S. XVII, Goya, escritores como Edgar Allan Poe o Gabriel García Márquez y sobre todo de la fotógrafa Diane Arbus quien le mostró el poder que una imagen en blanco y negro puede llegar a tener.
Exposición. 26 nov de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España