Estamos ante una obra de indudables referencias costumbristas y de una técnica en la que la crítica ha encontrado sin dificultad el aprecio por los pintores mediterráneos, desde Sorolla hasta el maestro renombrado Ismael Bart. El colorido de la obra de Francisco Valencia nos traslada agradablemente a la sensación de compartir la pintura, la gracia, el encanto de una secuencia y, como no, el misterio de un retrato.

Porque, además de encontrarnos ante un excelente pintor de bodegones y espacios no es menos que estamos ante uno de los mejores retratistas actuales y ello se constata en la magnífica serie que podemos observar en la muestra.

Un detalle: no es baladí que la exposición de Francisco Valencia lleve por título "El pintor y la Alberca". Primero, por lo que anteriormente hemos referido, los encuentros entre el pintor y la villa. Y, sobre todo, porque la huella de este artista ha dejado en ... La Alberca un poso grandísimo en su propia pintura, tomando en consideración tanto el sentido como el sentimiento costumbrista de las gentes, ya sea en el detallismo de los trajes como en cada uno de los rincones captados en el interior de la vida albercana.

En definitiva, invitamos al espectador, salmantino y al público que en estos días de fiesta salmantina nos visita, a disfrutar de una pintura que nos habla del mundo y de los instantes humanos, del realismo y de la escuela de los grandes pintores que se han acercado al dibujo y al detalle pictórico con indudable maestría como es el magisterio de Francisco Valencia.

MANUEL MARTÍN MARTÍN

Diputado de Cultura