Descripción de la Exposición
La muestra reúne una selección de sus proyectos más destacados y persigue contribuir a una reflexión en el contexto político, social y económico sobre el futuro del territorio canario y sus paisajes.
Las debilidades y oportunidades del paisaje de las Islas están presentes en el conjunto de las propuestas que se exhiben.
San Martín Centro de Cultura Contemporánea presenta la exposición “El paisaje como objetivo [1982-2004] José Miguel Alonso Fernández-Aceytuno”, una muestra producida por el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) que se podrá visitar del 9 de noviembre al 18 de febrero de 2018 en las salas de la planta baja de San Martín, con entrada libre y gratuita.
La exposición reúne una selección de los proyectos más destacados que concibió el arquitecto y urbanista José Miguel Alonso Fernández-Aceytuno (Las Palmas de Gran Canaria, 1951-2004) a lo largo de algo más de dos décadas de trabajo. Es un reconocimiento del Cabildo de Gran Canaria a la intensa trayectoria vital y profesional de este arquitecto, precursor del entendimiento del paisaje como un recurso patrimonial para el diseño de la cohesión social.
El proyecto expositivo, comisariado por Isabel Corral Torres, licenciada en Bellas Artes y especialista en gestión, protección y ordenación del paisaje, ha sido producido por el CAAM con la colaboración de la Real Sociedad Económica Amigos del País de Gran Canaria, la Escuela de Arquitectura de Las Palmas y la empresa pública Grafcan del Gobierno de Canarias.
Encuentro internacional sobre el paisaje
En el contexto de la exposición, San Martín acoge el viernes, 10 de noviembre, un encuentro internacional sobre arquitectura, territorio, paisaje y urbanismo, que abordará la obra de José Miguel Alonso Fernández-Aceytuno. El encuentro comienza a las 17.00 horas, en la sala polivalente de San Martín, con la conferencia inaugural, El paisaje como objetivo, que pronunciará Maguelonne Dèjeant-Pons, Secretaria Ejecutiva de la Convención Europea del Paisaje, dependiente del Consejo de Europa.
En la mesa de debate posterior a la conferencia intervienen Eunice Andrade da Silva, ministra de Ordenación del Territorio de Cabo Verde; Ricard Pié Ninot, arquitecto, profesor del Departamento de Urbanismo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona; Carlos Suárez, biólogo; Carmelo León, economista, profesor de la ULPGC y Luis Hernández-Calvento, geógrafo, profesor de la ULPGC. Es una mesa concebida bajo el título ‘Diálogos en el jardín I: El valor público del paisaje’
La iniciativa persigue contrastar criterios sobre la singularidad de las propuestas de Fernández-Aceytuno, su metodología de trabajo y el paisaje como eje vertebrador de las mismas, así como sobre la estrategia multidisciplinar y participativa que implicó en cada uno de los trabajos sobre intervención y diseño de paisaje y urbanismo. El encuentro ha sido organizado con la colaboración de la Real Sociedad Económica Amigos del País de Gran Canaria.
Secciones de la exposición
La exposición se vertebra en torno a cuatro temáticas que ofrecen una visión de conjunto de su trabajo, en un orden cronológico aproximado de lectura, que comienza con su estrategia referida a los parques bajo el título ‘Parques activos’. A continuación se muestran proyectos vinculados a ‘La protección del patrimonio’ y seguidamente se expone ‘La rehabilitación del paraíso’. La cuarta temática es el objetivo que hilvana su trayectoria y la propia muestra: ‘El paisaje y la necesaria reivindicación de su valor público’.
Cada uno de los cuatro apartados incorpora un proyecto singular y otros dos que complementan la temática o constituyen antecedentes que le permitieron ir indagando vías partiendo siempre de la misma premisa: “nuestros paisajes deben seguir siendo lugares bellos para nacer, vivir y morir en paz”.
El arquitecto, “con lucidez, ética y creatividad, plasmó lo mejor de sí mismo en cada una de sus propuestas, a pesar de que el contexto insular le mostrara una y otra vez que una cosa era redactar algo singular e ilusionante, y otra muy distinta que lo propuesto se llevara a cabo, o lo hiciera respetando los objetivos y metodología concebidos en cada caso”, destaca la comisaria de la exposición, Isabel Corral.
Primando el interés general como filosofía de trabajo, las ideas que proyectó el arquitecto grancanario “siguen siendo válidas para promover la reflexión y la participación en el debate político, social y económico sobre el devenir del territorio y de sus paisajes, cuyo valor, debilidades y oportunidades están presentes en el conjunto de las propuestas que se exponen”, señala la comisaria.
Si el interés por el paisaje se destila ya en sus escritos anteriores al inicio de su carrera profesional, la comprensión de que "el paisaje constituye el principal objetivo y no el resultado de la transformación del territorio" se impregnó de la totalidad de su trabajo, consolidándose también su reflexión sobre el valor de la participación ciudadana.
Oportunidad
La comisaria de la exposición apunta que la selección de proyectos reunidos en la muestra constituye una oportunidad de que algunos proyectos puedan ser retomados, “realizando en todo caso las actualizaciones que sean aconsejables por el tiempo transcurrido desde su propuesta”. En este contexto se incluyen el proyecto del Parque de la Música creado hace 30 años, el Plan Especial de Protección Montaña Tindaya redactado hace 23 años, o el Proyecto Guiniguada concebido hace 21 años, entre otros.
Con espíritu creativo, multidisciplinar, independiente y de compromiso social, Fernández-Aceytuno está considerado como arquitecto atípico, lúcido y un carácter de líder incuestionable. Siempre le interesaron más los procesos que los proyectos en sí mismos por entender que eran la mejor vía para poner en evidencia "el valor público de los paisajes", generalmente diluido entre las prioridades urbanístico-económicas insulares, pero también porque los procesos implicaban participación, no sólo de otros profesionales, sino ciudadana.
BIOGRAFÍA
José Miguel Alonso Fernández-Aceytuno (Las Palmas de Gran Canaria, 28 de marzo de 1951 - 7 de junio de 2004). En 1978 se licenció en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, en cuyo Laboratorio de Urbanismo trabajó como colaborador-investigador entre 1974 y 1977. Una vez titulado fue profesor del Departamento de Urbanística hasta 1980, si bien su experiencia profesional había comenzado algunos años antes.
Siendo estudiante en Madrid (1972-74) formó parte del equipo técnico del arquitecto Fernando Higueras, colaborando entre otros en la redacción del Plan Especial de Ordenación Gran Corralejo, redescubriendo con ello el paisaje tradicional de Fuerteventura, e influyendo probablemente en su posterior decisión de trabajar desde y para Canarias. Una síntesis de esa experiencia es el Estudio sobre la arquitectura popular: Fuerteventura (1975), que transcurridos los años es un pronóstico avanzado de lo que progresivamente ha ido ocurriendo en el conjunto del archipiélago: "en arquitectura [...] cada vez hay menos tradiciones y más lenguaje común", sentencia el autor en el propio libro.
De regreso a su ciudad natal, durante el curso 1980-81 fue profesor del Departamento de Urbanística de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, una responsabilidad a la que renunció al no existir, en su opinión, condiciones para desarrollar la actividad investigadora que le interesaba. No obstante, nunca se desvinculó totalmente del ámbito universitario. Invitado a exponer sus trabajos en diversas ocasiones, las relaciones se intensificaron mientras dirigió el Proyecto Guiniguada, propiciando la participación interdepartamental de algunos equipos. Como docente también impartió talleres y cursos de postgrado y de máster sobre planificación territorial y arquitectura del paisaje, realizados entre 1990 y 2004 en Canarias, Barcelona y Madrid.
Con espíritu creativo, multidisciplinar, independiente y de compromiso social, en 1981 fundó el Gabinete PRAC (Proyectos de Rehabilitación Ambiental de Canarias), en cuyo marco desarrolló la práctica totalidad de su trabajo, hasta que en junio de 2003 impulsó el Laboratorio de Paisaje de Canarias para continuar trabajando desde un nuevo contexto.
El carácter innovador de las propuestas con la firma Aceytuno congregó en el Gabinete PRAC a un buen número de profesionales de distintas disciplinas para colaborar en los trabajos. Ubicado históricamente en la calle Buenos Aires, fue simbólicamente "una forma de estar para dialogar con la sociedad sobre el devenir del territorio y del paisaje insular". El respeto, y en muchos casos una entrañable amistad, perdura en el recuerdo de los que por allí pasaron. De ese periplo destacan lo que él denominaba "parques activos", concebidos para explorar nuevas formas de proyectar, proteger y gestionar el paisaje: Idea Mirall (1982), el Jardín Canario (1983), el Parque de la Música (1987), el Parque Ecomuseo de Maspalomas (1990), el Parque Litoral de las Salinas de Bañaderos (1993), la Estación Cultural de Tindaya (1995) o el Proyecto Guiniguada (1996) son algunos ejemplos.
También firmó trabajos de carácter más convencional, como el Plan General de Puerto del Rosario (1984), Avances de Planes Especiales de Protección como el de Bandama o el de Pilancones (1982), Programas de Rehabilitación como el de Los Riscos de Las Palmas, el del barrio de la Paterna (1983) o el del entorno de la Cruz de Tejeda (1995) y diagnósticos propositivos como los del Litoral de Playa Santiago y de Valle Gran Rey (2002). En general fue remiso a los proyectos puramente arquitectónicos, si bien, compartiendo la dirección con otros arquitectos, desarrolló algunos de marcado interés público; por ejemplo, el Museo Arqueológico de Maspalomas (1989), la Rehabilitación y Ampliación del Parador de Tejeda (1996) o el Museo-mirador de las Salinas de Bañaderos (1998).
Si su experiencia en participar en concursos públicos y en ganarlos fue relevante, también lo fue su desengaño, ya que en ocasiones la maquinaria administrativa cedía a otros, paralizaba o distorsionaba lo ganado. Así ocurrió con la ordenación de los terrenos de Tamaraceite (1982), el desarrollo del Proyecto Guiniguada (1998) o la ordenación del sistema litoral del municipio de Arucas (2001). En otros casos, una vez redactado y seleccionado el proyecto para su financiación con fondos europeos, la ejecución se encargaba a otros profesionales o salía de nuevo y parcialmente a concurso público, como por ejemplo el Mirador de Morro de Velosa (1989) o el Proyecto Paisagem (2002).
Su exigencia en el desarrollo de los trabajos requería una dedicación que estaba "fuera del tiempo", pero que contrarrestaba con un argumento incuestionable: "lo imposible, es posible intentarlo". Por ello, si algo de utópico tenía su actitud, no es por las ideas que proyectaba con la objetividad de "quien quiere mirar para ver", o porque su personal sentido ético no le permitiera obtener lucros más allá de intentar cubrir los gastos que la envergadura de los trabajos en su opinión requería. Ni siquiera utópico por atreverse a (de)mostrar que para habitar un territorio más humanizado y rentable para todos había que trazar un holgado círculo que salvaguardara el máximo de paisaje de la especulación, adecuándolo con creatividad y visión de futuro a los nuevos roles de uso derivados del desarrollo social y económico del archipiélago.
Apasionado por la música y el arte, fueron sus dotes con la palabra, oral y/o escrita, la mejor forma de contagiar el entusiasmo por sus ideas. Necesitaba comunicar, pero si públicamente era extrovertido y optimista, su locuacidad convivía, a veces de forma contradictoria, con la íntima soledad del poeta que indiscutiblemente era. Un largo listado de conferencias, artículos, entrevistas y publicaciones forman parte de su trayectoria personal y profesional. Textos, entretejidos con un tono literario, en los que el paisaje es una constante: "Paisaje y metodología" (1982), "Aproximación a las técnicas de ordenación desde el proyecto del paisaje" (1983), "El paisaje del parque en la ciudad-isla" (1989), "El proyecto del paisaje o el paisaje del suicidio" (1993), "El paisaje domesticado" (1995), "El proyecto Paisagem" (2003) o "EP@M: sistema de estaciones de paisaje de la Macaronesia" (2004), son algunos ejemplos de ello.
Con actitud respetuosa, pero crítica a la vez, también publicó "cartas abiertas" para clarificar o puntualizar públicamente las circunstancias en las que se vieron envueltos algunos de sus proyectos: "Carta abierta a Eduardo Chillida" en relación a Tindaya (1998) o "Carta abierta a Marion Van Mackelenberg" sobre el Proyecto Guiniguada (2001). Reñido con lo excesivamente rutinario, de vez en cuando se dejaba tentar por actividades más propias del campo artístico y que le permitían expresar de otra forma las mismas inquietudes. Así surgieron acciones como "La Bolsa de Basura" (1984), "Los tetraedros de Tefía" (1985) o "La Isla" (2002).
Si el interés por el paisaje se destila ya en sus escritos anteriores al inicio de su carrera profesional, la comprensión de que "el paisaje constituye el principal objetivo y no el resultado de la transformación del territorio" va progresivamente impregnando la totalidad de su trabajo, consolidándose también la reflexión de que era necesario implicar nuevas formas que involucraran a todos los agentes sociales, incluidos los habitantes. Unos conceptos que en los últimos años pudo ver reconocidos en la Convención Europea de Paisaje (Consejo de Europa, Florencia 2000), a cuyos Talleres y Conferencias fue invitado a participar en calidad de experto.
Los primeros contactos con la Convención datan de 2001 durante la redacción del Avance de Directrices de Paisaje. Siendo consciente de la importancia de ese nuevo instrumento para la protección, gestión y ordenación de los paisajes, inició una estrategia encaminada a difundir en Canarias la Convención y a propiciar su ratificación por parte del Estado. Para ello impulsó la "1ª Conferencia de responsables de Política Territorial y Medio Ambiente de las Comunidades Autónomas de España" (2002), que contó con la presencia de los máximos responsables de la Convención en el Consejo de Europa y dio lugar a una Declaración que, entre otras cuestiones, proponía a Canarias como "Sede permanente de coordinación de iniciativas dirigidas a impulsar políticas de paisaje consecuentes con la Convención Europea de Paisaje".
El éxito de la Conferencia abrió así un amplio marco de cooperación interregional, además de favorecer nuevas vías para impulsar proyectos coincidentes con los objetivos de la misma. Con esas alentadoras perspectivas nació el Laboratorio de Paisaje de Canarias: una asociación sin ánimo de lucro, con vocación de utilidad pública y con un ámbito de actuación especialmente centrado en los archipiélagos de la Macaronesia. En este contexto nacieron iniciativas como EP@M: Sistema de Estaciones de Paisaje de la Macaronesia o el Proyecto Macaronart (2003), y trabajos como el Plan Estratégico de Desarrollo Turístico de Boa Vista (2004), adjudicado tras concurso público convocado por el Gobierno de Cabo Verde. Entregado a finales de marzo de 2004, en "La estrategia Boa Vista" plasmó su última huella en el paisaje.
En calidad de Presidente del Laboratorio de Paisaje de Canarias, en noviembre de 2003, fue de nuevo invitado por el Consejo de Europa a participar en los Talleres Internacionales para la puesta en marcha de la Convención Europea de Paisaje, donde expuso "La experiencia (en materia de paisaje) de las regiones insulares de la Macaronesia". En el transcurso del evento, JM Aceytuno y otros expertos de la delegación española, estimaron oportuno convocar un nuevo encuentro de Comunidades Autónomas con el objetivo de valorar los efectos de la entrada en vigor de la Convención (1 de marzo de 2004), contrastar criterios para la preparación de la "2ª Conferencia de responsables de Política Territorial y Medio Ambiente de las Comunidades Autónomas de España", y animar al Ministerio a la ratificación.
Trasladada la propuesta al Gobierno de Canarias, pero no siendo factible llevar a cabo a corto plazo dicha convocatoria, la Generalitat de Catalunya, el Ministerio de Medio Ambiente y el Consejo de Europa, organizaron finalmente el "Encuentro Catalunya 2004 Paisaje", del que fue indiscutible impulsor. El encuentro, celebrado en Barcelona el 27 de mayo, fue a modo de despedida pública el último acto de la intensa trayectoria vital y profesional de José Miguel Alonso-Fernández Aceytuno. Falleció en la madrugada del 7 de junio, sin poder asistir en Estrasburgo a la conferencia organizada con motivo de la entrada en vigor de la Convención, pero su entusiasmo y buen hacer fueron objeto de reconocimiento formal al inicio del acto, recordando que cuando el Ministerio de Medio Ambiente ratificara la Convención (2008) sería en buena medida gracias su impulso y tenacidad.
Simbólicamente, una de sus frases resume la generosa actitud personal y profesional con la que nos acompañó en su transitar por este mundo: "las casas son del lugar y los lugares de todos".
Laboratorio de Paisaje
2017
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España