Una muestra que invita al visitante a reencontrarse con la esencia de la naturaleza, introduciéndolo en el interior del bosque por medio de la visualización de fotografías en tres dimensiones.

'El laberinto del corazón verde' ofrece, a través de la fotografía 3D, la visión de personas que han captado la relación natural que identifica el bosque con el ser humano. El presidente territorial de Caja Mediterráneo, Ángel Martínez, explica que la muestra 'nos acerca al fascinante mundo del bosque, su dinámica, ecosistema, fragilidad y belleza, y por lo tanto incita a su preservación, cuidado y mantenimiento'. En este sentido, Martínez afirma que con 'El laberinto del corazón verde' 'pretendemos sensibilizar de una forma lúdica y original sobre un tema de gran importancia y calado social, mostrar la faceta más bella del bosque y despertar ... las emociones, en definitiva, crear una respuesta positiva en los visitantes en sus acciones con el entorno'.

El gestor del área de Medio Ambiente de la Obra Social de Caja Mediterráneo, Octavio Vicent, señala que se ha recurrido a la fotografía en tres dimensiones como recurso expositivo principal, por su espectacularidad, originalidad, belleza y 'gran aceptación por parte de la mayoría de personas que han podido disfrutar de su contemplación en otras exposiciones y museos para los que hemos trabajado'.

Las diferentes fotografías que se exhiben se visualizan individualmente a través de estereoscopios de gran calidad óptica, que reproducen con toda fidelidad imágenes en tres dimensiones. La gran definición de la fotografía, así como el calibrado del par estereoscópico, hacen que su visionado sea directo. Con este tipo de imágenes y visores estereoscópicos no hace falta forzar la vista para conseguir visualizar perfectamente las distintas imágenes 3D.

Cada visor estereoscópico va integrado sobre un soporte gráfico también de gran espectacularidad, que muestra detalles fotográficos del bosque en los que normalmente el espectador no repara cuando se encuentra en alguno de estos enclaves. En este mismo soporte gráfico el visitante podrá leer los textos que acompañan a cada imagen tridimensional.

LA FOTOGRAFÍA 3D

Las primeras fotografías estereoscópicas fueron realizadas por el científico inglés Sir Charles Wheatstone hacia el año 1830. Esta práctica fotográfica contó con muchos adeptos a lo largo del s. XIX.

Resulta fácil comprender el motivo por el cual vemos en tres dimensiones. A través de cada uno de nuestros ojos, captamos dos imágenes ligeramente desplazadas y diferentes. Podemos comprobarlo alineando ante nosotros dos dedos, uno más lejos que el otro, y mirando alternativamente por cada ojo.

Si fotografiamos con una cámara estereoscópica (doble objetivo o en su defecto dos cámaras), obtendremos ese par de imágenes correspondientes a cada ojo. A través de un visor estereoscópico podremos lograr que cada ojo vea únicamente la imagen que le corresponde y será nuestro cerebro el que las interprete, transmitiéndonos esa sensación de profundidad.

La fotografía estereoscópica nunca ha llegado a desaparecer por completo, aunque ha perdido muchos adeptos desde sus días de gloria en la época victoriana.