Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- En la escultura, la forma se compone de masa y de vacío. La masa necesita del vacío para tomar forma en el espacio; a su vez el vacío necesita de masa para ser tangible y dibujar su forma en el espacio. En la obra de Eduardo Chillida, desde sus inicios y sobre todo en las obras realizadas en alabastro, el hueco es la luz de la obra. En el dibujo tradicional la forma se componía de luz y de sombra, de blanco y de negro pero en la escultura no hay blanco ni negro, hay masa y hueco y en este tandem, el hueco es la luz. El vacío genera luminosidad y esta cuestión que confiere a Chillida una personalidad única en la escultura del siglo XX lo desarrolla de tal forma a lo largo de su carrera artística que se puede afirmar que en Chillida, el hueco, el vacío formado dentro de su escultura, es tan importante y fundamental como la materia de la que está hecha la obra. Chillida desarrolló este tema no sólo en las obras de alabastro, hierro y cerámica, también en las obras realizadas con papel. En las gravitaciones de Eduardo Chillida, el hueco del papel que gravita, compone y recorta la obra. Este sentir del artista, esta búsqueda de espacio interior, culminaría en el proyecto de la montaña de Tindaya.
La exposición reúne veintiocho obras, nueve gravitaciones y diecinueve esculturas entre las que hay alabastros, aceros, hierros y esculturas en terracota que datan desde los años sesenta hasta la década de los noventa. Todas ellas se unen en esta exposición bajo el título El hueco es la luz.