Descripción de la Exposición
Historia de un cartel censurado y otras pinturas comprometidas.
Usó el pincel y el óleo para hacer política. Le costó la cárcel y ser perseguido. Una exposición en Madrid, en la galería José de la Mano, homenajea a un artista esencial en la vanguardia española de la segunda mitad del siglo XX y reivindica su compromiso por la libertad. El grito de Ibarrola reúne obras de gran formato y el original de un cartel censurado, inédito, de los Sanfermines.
En los obituarios del pasado otoño del maestro Agustín Ibarrola (Basauri, 1930–Galdakao, 2023) la palabra más utilizada es “lucha”. Levantó el pincel frente al franquismo, primero, y contra el terrorismo de ETA ya en democracia. Para el artista, cada óleo era una oportunidad de elevar su voz. En 1974, le encargan el diseño del cartel para los Sanfermines. Es censurado. Nunca se produjo y el original fue dado por perdido. “Sin una sola palabra, el cartel era toda una declaración de intenciones. Hay un toro y un grupo de figuras con el puño en alto. El primero nos lleva al Guernica de Picasso; el segundo, a la lucha obrera. Ibarrola no dejó nunca de reafirmar sus convicciones políticas y su fuerte vinculación con el movimiento obrero durante la dictadura franquista”, afirma el galerista madrileño José de la Mano. El boceto en lienzo para el cartel se expone, por primera vez, tras la búsqueda realizada por este “arqueólogo” del arte contemporáneo que en 2021 presentó en ARCOmadrid la versión del Guernica de Ibarrola, otra pieza que se daba por perdida y que ahora forma parte de la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
En las obras reunidas en esta exposición, Ibarrola recurre a la figuración y al color para hacer referencia directa a la protesta social y al sufrimiento del pueblo obrero. Lo hace con un lenguaje de expresión geométrica en el que destaca la interrelación entre fondo y figura, uno de los pilares de la producción del artista desde su etapa como parte del Equipo 57. En algunas piezas introduce su característico juego de rayas, heredado de sus composiciones abstractas.
“El legado artístico de Ibarrola es fundamental para comprender la evolución del arte vasco durante la segunda mitad del siglo XX. Su extensa producción presenta una iconografía cargada de ideología, estrechamente ligada al movimiento obrero y a la lucha por la democracia. Este es el Ibarrola más auténtico”, explica José de la Mano.
“Ibarrola ha sido, desde sus comienzos, un artista comprometido con su producción artística y con hacer de esta una herramienta de lucha y transformación social. Desde las primeras experiencias en colectividad a su carrera en solitario en la década de los años sesenta y setenta, Ibarrola buscó que sus obras sirvieran a la democracia y la libertad en un momento de opresión política como fue el franquismo, aliándose para ello con las luchas obreras, por la amnistía y en contra de la dictadura. Este compromiso político se explicitará más en su trabajo a partir de los Nuevos Guernicas, hasta llegar a una serie de obras en las que la lucha obrera, las masas proletarias y los puños en alto se convertirán en protagonistas de sus lienzos. Estos últimos trabajos son los que ahora podremos ver en esta exposición”, cuenta Jesús Alcalde, comisario de la muestra.
El cartel censurado
La Comisión Taurina de la Casa de Misericordia de Pamplona, organizadora de la Feria del Toro, encargaba anualmente a un artista el diseño del cartel que anunciaba la celebración. Para el del año 1974, propuso a Jorge Oteiza (Orio, 1908–Donostia-San Sebastián, 2003). Aunque el escultor inicialmente aceptó el encargo, lo acabó rechazando aludiendo a su falta de tiempo por motivos laborales. Recomendó en su lugar a Ibarrola.
Éste aceptó la invitación y mandó su boceto a la Casa de Misericordia en marzo de 1974. Una obra de figuración expresionista, caracterizada por una rotunda síntesis formal, que representaba de manera explícita los dos intereses principales del artista en aquel momento: el Guernica y la exaltación de la lucha obrera. Sobre un fondo negro (óleo sobre lienzo), Ibarrola pinta la cabeza del toro del Guernica en la parte superior de la composición. De este modo, incluye un elemento que hace referencia a la Feria del Toro, al mismo tiempo que establece un poderoso vínculo con la obra picassiana a través de su iconografía. Un acto que denota el activismo político del artista, quien también dibuja a los asistentes con el puño en alto, como símbolo de unidad y resistencia, en la parte inferior del cartel y usando un lenguaje de influencia constructivista.
Y es que la producción artística de Ibarrola no puede entenderse sin su militancia en el Partido Comunista y su contribución al desarrollo de las Comisiones Obreras de Euskadi, que desembocaron en su encarcelamiento en dos ocasiones, entre los años 1962-1965 y 1967-1969. Durante su tiempo en prisión, continuó pintando en señal de denuncia contra el régimen franquista.
En este contexto, es importante mencionar dos acontecimientos ocurridos pocos meses antes de la realización del boceto. En 1973, Ibarrola fue detenido tras anunciar públicamente que era miembro del Partido Comunista de Euskadi (PCE-EPK), durante una conferencia en la Facultad de Medicina de Bilbao. Y, por otro lado, las protestas obreras que prevalecían en toda España desde principios de los años setenta eran especialmente frecuentes en Navarra, donde tenía lugar la popular celebración de los Sanfermines. De tal manera que, en la sesión celebrada el 14 de marzo de 1974, los integrantes de la Comisión Taurina de la Casa de Misericordia deciden rechazar el boceto del cartel de Ibarrola, argumentando que su naturaleza reivindicativa no se alineaba con los fines lúdicos de la Feria del Toro, a pesar de reconocer su valor artístico. Finalmente, el cartel fue diseñado por el pintor pamplonés Pedro Manterola.
50 años después, la galería José de la Mano presenta en sus salas este boceto de Ibarrola jamás mostrado y dado por perdido hasta el día de hoy, contribuyendo a la recuperación del legado de uno de los artistas más relevantes de la escena vasca del último siglo.
Sobre Agustín Ibarrola
Nace en 1930 en Basauri (Bizkaia), en el seno de una familia obrera. Muy pronto ingresa en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao y, en 1948, celebra su primera exposición individual.
Desde muy joven se interesa por aunar la tradición pictórica vasca con las corrientes de vanguardia del arte contemporáneo. Viaja a París en 1956, donde conoce a los que, junto a él, formarán el Equipo 57. Regresa a Bilbao en 1961 y entra a formar parte del grupo de grabadores de Estampa Popular, en la sección vasca. Como miembro del Partido Comunista es detenido en 1962 y juzgado por un tribunal militar. Dentro de la cárcel sigue pintando y dibujando, aunque no puede firmar las obras ni exhibirlas en el exterior. En 1965 es puesto en libertad y se embarca, junto a otros artistas vascos, en la creación de los grupos artísticos de la Escuela Vasca: Gaur, Hemen, Orain y Danok. En 1967 es detenido nuevamente y encarcelado en Basauri hasta 1969. Participa en diversos eventos artísticos como los Encuentros de Arte de Pamplona de 1972 o la Bienal de Venecia de 1976.
Inicia los años 80 siendo profesor de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco. Son los años en que su obra es atacada por ETA. En 1987, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Madrid organizan una gran exposición antológica y, en 1993, recibe la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes junto a los integrantes del Equipo 57. Además de la obra gráfica y pictórica, experimenta con el uso de materiales como traviesas de ferrocarril, cartones, maderas, acero corten...
Alejado del taller por una larga enfermedad, Ibarrola fallece el 17 de noviembre de 2023. Tenía 93 años.
Sobre la galería José de la Mano
Una doble línea de investigación es la que marca el trabajo de la galería José de la Mano en todos sus proyectos expositivos desde 2005, año de su inauguración. Por un lado, un firme compromiso por ir recuperando la memoria de muchos de los artistas que se sirvieron, en la España y Latinoamérica de los años 50 y 60, de la abstracción geométrica a modo de moderna fórmula de interpretación artística o incluso de comprometida reivindicación política. Y por otro, un intento por redescubrir a los primeros artistas conceptuales españoles que transgredieron con sus radicales propuestas la escena artística de nuestro país a principios de los 70.
Esta galería es pionera en la reivindicación de los artistas del Centro de Cálculo como uno de los episodios artísticos más trascendentales de los últimos años de la Dictadura, y gran parte de sus proyectos expositivos están viniendo a rescatar las relaciones entre los artistas españoles y latinoamericanos de estas décadas. En la edición de 2021 de ARCOmadrid la galería presentó la monumental obra Guernica (1977), de Agustín Ibarrola, redescubierta tras cuatro décadas en el olvido, que fue adquirida por el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Dos años antes, sorprendía con un proyecto de mujeres olvidadas de los años 60 y 70, donde se recuperaba, entre otras, la memoria de Aurèlia Muñoz, la única mujer española expuesta en nuestros días en la colección permanente del MoMA de Nueva York.
En esta última edición de 2024, y ejerciendo una vez más de “arqueólogos del arte contemporáneo”, la galería madrileña ha presentado en ARCOmadrid una selección de pioneros del arte queer en España, mostrando en paralelo, en un solo show, la mítica escultura Manuel del artista Rodrigo, considerada la primera obra de temática gay mostrada en una feria española allá por 1983.
La exposición en la galería José de la Mano coincide en el tiempo con la muestra organizada por la galería Lucía Mendoza que, bajo el título Ibarrola. El pintor en el bosque, se centra en la producción de las últimas décadas del artista vasco en la que representa su mirada personal y su imaginario en la naturaleza.
Exposición. 08 may de 2024 - 27 jul de 2024 / José de la Mano / Madrid, España
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España