Descripción de la Exposición
Víctor Mateo (Tánger, 1945), es un artista que pertenece a esta clase de pintores para los cuales la pintura, por si misma, se convierte en una fuente inagotable de nuevas introspecciones. Heredero de la tradición del expresionismo abstracto, la abstracción gestual que practica – sin ninguna referencia a imágenes figurativas- se caracteriza por expresar sin límites les preocupaciones más vividas.
Fiel a los principios básicos del lenguaje no representativo, su pintura se sumerge en la propia esencia. Deja de lado todo lo superfluo para quedarse con la pulsión del gesto, con el recorrido del pigmento sobre el soporte, con el tráfico de la huella del pincel, con los sutiles desplazamientos de la mano, con la duración de la huella que, según el momento, será más o menos matérica, con más o menos textura. Es la propia cadencia energética, el propio latido interior el que otorga estas latentes vibraciones, estos movimientos dinámicos tan característicos de su trabajo.
La abstracción de Víctor Mateo preconiza la pintura como lenguaje de los sentimientos. Se trata de una expresión que hace hincapié en la percepción sensorial y en la elaboración psíquica de impresiones. El artista no necesita la representación para la plasmación de su mundo interior, sólo se queda con la energía –absolutamente desnuda – y con el gozo liberador del movimiento rápido del pincel sobre el soporte.
Una obra que también nos remite al gesto y a la caligrafía de corte orientalista, que el artista investiga de manera constante. Un equilibrio entre la enérgica pincelada y el recorrido sensual que se extiende en inmensos espacios infinitos.
Su pintura deja de lado cualquier planteamiento esteticista o estrictamente formalista para situarse en el proceso. La obra final obedece a un cúmulo de sensaciones y de pensamientos, de silencios y de angustias, de sufrimientos y de satisfacciones.
En la obra que ahora presenta en esta exposición, reivindica sus rasgos más característicos- trazos, materia, texturas, color y espacios- que nos sitúan en el momento de la creación, Una obra que nos hace revivir el instante mágico, fugaz y breve de la consolidación de los flujos emotivos y de la materialización de las descargas vivénciales.
Joan Gil Gregorio
Miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte