Descripción de la Exposición En su muestra El fuego y la grasa Bernardo Tejeda nos lleva ahí donde radica lo mágico y lo transmutable. Se trata de una instalación con la cual el artista interviene la sala de exposiciones temporales del Museo de la Valltorta en Tírig (Castellón) generando una atmósfera llena de simbolismo en diálogo con el arte en su expresión espiritual primitiva. Las pinturas rupestres indican que en tiempos prehistóricos el ser humano tenía un sistema de representación artística probablemente relacionado con prácticas de carácter mágico-religiosas para propiciar la caza. Puntas de lanza, látigos, bastones y otros útiles relacionados con esto se encuentran presentes en imágenes que tenemos interiorizadas de alguna manera y que refieren a tradiciones de chamanismo que han existido en todo el mundo desde el principio. Bernardo Tejeda los reelabora con materiales actuales y los reúne en vitrinas, expuestos con aparente orden, provocando una cierta duda. El clima simbólico del arte se ha nutrido de tal imaginario hasta hoy mismo, representando antagonismos como naturaleza y cultura, sujeto y objeto, razón y expresión, frío y calor. El fuego y la grasa traza las correspondencias ocultas que unen los objetos con las energías naturales y las fuerzas básicas. En una sala oscura escuchamos el sonido incesante de un tambor, vehículo de tránsito hacia realidades paralelas, que envuelve al visitante y lo obliga a ser partícipe de la obra, nunca un mero espectador. Unas llamas se distinguen al fondo. Vemos una figura detenida y al mismo tiempo proyectada en movimiento. El artista nos hace reflexionar en torno a las creencias chamánicas como prácticas ancestrales cuyo objetivo es sanar el alma a partir de un estado de trance, metáfora de un proceso de transfiguración. Podría ser una escenificación de la batalla interior que provocaran aquellos nativos tártaros que rescataron a Joseph Beuys de una muerte por congelación, envolviéndolo en grasa y fieltro, preso de un ritual que le salvaría la vida y le haría preguntarse por tales elementos siempre. La personificación de una bella criatura andrógina encarna la ambivalencia, cierta bipolaridad tal vez, pues sostiene una inquietante mirada compleja entre desafiante y próxima: un ser que mira a los ojos desde la ausencia. Y es ese dualismo -el del bien y el mal, lo masculino y lo femenino, la luz y la sombra- el que nos persigue e interroga en forma humana, retratado.
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España