Descripción de la Exposición
En la pintura de Rodolfo Elizalde, un rasgo característico siempre fue la homogeneidad de una paleta atenuada y plácida, y otro la tenaz ausencia de la figura humana.
Por eso es que en uno de los trece interiores que Elizalde concluyó en 2015 -el año de su muerte-, resulta tan significativa y a la vez tan misteriosa, la inclusión de su propia imagen reflejada en un espejo.
El usar un espejo para poder autorretratarse ha sido un lugar común en la historia del arte: lo que no es común es incorporar en el cuadro el espejo utilizado, “revelando el truco” o, mejor dicho, empleando el truco como un aventurado recurso expresivo, tal como lo hace Federico Fellini en aquella película donde se da el lujo de ir alejando paulatinamente la cámara, hasta desplegar ante el espectador azorado la totalidad del plató de filmación. Tanto ese gesto de Fellini -como el de Elizalde- implican desmontar el artificio, para que sea el arte el encargado de hacer visible esa realidad más profunda que pareciera latir, con insistencia, bajo el velo de lo meramente aparencial.
No es nada casual que en uno de estos trece óleos, que yo no vacilaría en llamar testamentarios, el pintor nos haya legado, en lugar de su autorretrato, su reflejo.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España