Octavio Paz afirmaba que la arquitectura es el testigo insobornable de la historia porque no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él, el testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones. Partiendo de este postulado, la galería le laboratoire tiene el honor de organizar en sus instalaciones la segunda exposición individual del fotógrafo Tomás Casademunt. En esta ocasión, el artista centra su línea de trabajo en el linaje existente entre el mundo precolombino y el mundo actual, haciendo énfasis en la relación predominante de sus trabajos acerca del mundo precolombino y de la Biblioteca Vasconcelos.

En un mismo planteamiento, convergen y dialogan obras de sus series 'Mitla', fotografías nocturnas de las ruinas zapotecas (Editorial RM, México, 2007), 'Maya Puuc', palacios mayas en Yucatán, bajo la luz de la luna (Editorial RM, México, 2009), con ... 'BV', estudio visual en torno a la 'Biblioteca Vasconcelos' (Conaculta + Arquine, México 2007). Tal planteamiento pretende dejar una campo abierto a la relación que puedan tener varias de sus series, todas de carácter arquitectónico, nocturnas, enblanco y negro.

El ejercicio histórico nos revela la influencia precolombina de la Vasconcelos y su herencia; propicia un juego de volúmenes y luces y sombras, sin dejar de enfatizar el carácter atemporal de los templos-arcos mexicanos. La confrontación de estos monumentos le permite a Casademunt hilar la función dinámica de las construcciones, reflejo de nuestra existencia y de su evolución, expresando lo intangible a través de lo tangible, dando vida a materiales inertes al relacionarlos con el ser humano. En otros términos, la compaginación arquitectónica aquí expuesta se entiende como una coexistencia armónica de diversos elementos: belleza, firmeza y utilidad, que bien se podría resumir en estas palabras de Louis Kahn: 'Un edificio es una ofrenda al espíritu de la arquitectura.'

En 'Ideas fundamentales del arte prehispánico en México', Paul Westheim afirmaba que 'Para el creador artístico del México antiguo la apariencia física no es sino un disfraz, fachada tras la cual se esconde la verdadera naturaleza. Llegar hasta ella es la misión del arte.(...) El realismo del arte antiguo de México es un realismo mítico'. Templos sagrados, las ruinas zapotecas y los palacios mayas encuentran un eco natural en las bibliotecas. Recordamos que durante la Edad Media, los 'lugares del saber' se trasladaron a los monasterios, donde la biblioteca solía ubicarse junto al scriptorium, la sala donde se copiaban e iluminaban laboriosamente los manuscritos. A su vez, las grandes bibliotecas son templos de una sacralidad perdida en un momento cultural de tránsito hacia una civilización bajo el dominio de lo virtual.