La obra de José Miguel Rojas tiene como uno de sus ejes principales el tema de la dualidad y sus trampas.
El artista se apropia y subvierte diversas imágenes icónicas de la historia del arte o de la imaginería contemporánea para construir un diálogo continuo entre el pasado y el presente. Así habla de la pugna entre la máscara y la persona (Marilyn Monroe), entre la identidad y la pluralidad (El Greco), entre la vida y la muerte (Holbein), o entre el poder y la subordinación (Luini, Velázquez). Este diálogo es particularmente relevante en obras como La lección de anatomía (Rembrandt/Che Guevara), o en la titulada Debí llorar, con el mismo motivo de Rembrandt, donde el diálogo entre el pasado y el presente se hace aún más explícito.
Lugar especial tienen también las diversas imágenes de la transexualidad, donde el artista desarma el discurso normativo de los géneros como dos...realidades polarizadas y excluyentes.
El uso valiente de la propia imagen de Rojas integrada a las obras de Boticelli, Manet, Luini, el Greco, David, Velázquez, e incluso a la figura de M. Monroe, convierte esta muestra en un ejemplo, además personalísimo, de los temas que han sido recurrentes en su historia artística.
Entrada actualizada el el 22 feb de 2016
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