Descripción de la Exposición El control y el descontrol de la forma, a través del inconsciente y su despertar, es lo que Jorge González Araya explora dentro de sus obras de gran y pequeño formato. Él usa como medio la bolsa de basura, otorgándole una nueva vida y función, hay una resignificación de este material de desecho, ya que se transforma en un contenedor de ensueño. Albergando la recreación de sus sueños más inquietantes, los cuales prolonga hasta el despertar en una búsqueda de sentido, él acumula siluetas bajo la noción de que los sueños esconden el hablar del inconsciente y lo más oscuro del ser, conformando efigies, las que llaman a una mirada profunda y analítica. La interrelación de personajes, situaciones inconexas, imágenes olvidadas y reprimidas, van configurando representaciones suspendidas. Si bien lo autobiográfico es una constante dentro de su obra y se presenta como un agente propulsor para sus narraciones visuales, esta logra desmarcarse de él, abriéndose a posibles resignificaciones e interpretaciones del espectador. Crear nuevas imágenes a partir de las presentadas, proyectado nuevas formas por el imaginario popular y cultural, es esto lo que permite la universalidad del relato. En la vida existen límites, el consciente nos restringe a diferencia de lo onírico en donde todo puede ocurrir, somos libres de expresarnos y no hay restricciones, es en esta libertad en que se esconde lo más aterrador como lo más encantador, es así como Jorge relaciona los sueños con los jardines. Los jardines guardan estrecha relación con la idea de escape, se convierten en un refugio físico y psicológico. Al igual que el sueño, es idílico, pero a su vez mantienen el carácter secreto, discordante e impresionante. Al dormir dejamos nuestra guardia baja y es ahí cuando los sueños transcurren, esto se contrapone de total manera con los jardines, nadie visita un jardín de noche, y si fuera así, nuestro estado sería de total alerta. La falta de luz lleva a nuestra imaginación a correr libre, a la espera de que algo ocurra o en la búsqueda de lo que la lobreguez oculta. Tanto en el jardín de noche como en el sueño, perdemos el control de lo que sucede y de nosotros mismos. Haciendo una directa relación con los jardines del Château de Versailles, Jorge nos presenta una serie llamada 'Versailles', en la que el control cumple el papel principal, mediante la abstracción, bajo una mirada casi obsesiva en donde nada se deja al azar, contraponiéndose al descontrol y lo salvaje de las figuras en el resto de sus obras. La figura y fondo forman una gran parte de sus composiciones, esta se configura por el recorte del plástico y la disposición de él sobre la superficie de montaje. El blanco y negro continúan en la interpelación de los sueños y lo nocturno. El resultado final impresiona, pero no solo la imagen terminada es lo más importante en su trabajo, el proceso de creación detrás de ella adquiere igual importancia, el gesto de recortar emula el maniobrar del jardinero, corta y da forma, transforma y realza, por medio de un trabajo manual y meticuloso. El canto de las imágenes es lo que nos llama a buscar significados, incita nuestra imaginación y quiere despertar el sueño, transportándonos a nuevos espacios, a límites ilimitados, en donde lo oculto es revelado y lo que se creía es cuestionado.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España