Descripción de la Exposición Fernando González Calisalvo -Gayo como su abuelo, para los amigos- es un artista polifacético que desde su nacimiento en el Madrid de los tremendos años 38, ha soñado y trabajado para ser artista. El apoyo de su madre era más fuerte que los consejos del escultor Fructuoso Orduña que le aconsejaba dejar a un lado el arte y dedicarse a algo más productivo, aunque el laureado escultor terminaría por ser su maestro en modelado que tanto le va a servir al Gayo en el transcurso de su quehacer artístico. Más tarde el admirado acuarelista profesor La Madrid, lo inicia en la pintura al agua mientras la publicidad, amor al arte y seguro de vida, se convierte en su trabajo y profesión. Expone escultura en los más diversos materiales y de los más diversos tamaños, estableciendo un singular estudio en Prado Luis, un hermoso rincón de Guadarrama donde se alternan los caballos con las esculturas de todos los tamaños y todos los materiales. Al ver su estudio, ubicado e un viejo vagón de ferrocarril, entiendo el mensaje sublimizar que Gayo trata de enviar al mundo, veo cómo el aire se hace forma y cobran sentido las oquedades de la piedra, los retorcimientos del hierro, la pulcritud de la madera que se superpone en capas desiguales buscando el sentido tridimensional que en el proceloso mundo de las artes, sólo la escultura es capaz de lograr. La obra en arte de este artista vocacional, es el mejor aval que puede presentar cuando se trate de enjuiciar el trabajo metódico pero lleno de imaginación y esfuerzo que realiza este hombre nacido para el arte. 'Gayo es un escultor que ama la creación y su obra más perfecta, la naturaleza, la naturaleza, ha tratado de contemplarla con una sensibilidad fuera de lo común. En su obra se da el milagro de realzar, adornar lo existente, no de anularle ni de eclipsarle. Por eso la obra de Gayo adquiere su mejor significado cuando anima los aires de libertad que emanan del campo, de la soledad de un jardín admirado tras la cortina de la lluvia, o del paisaje de niebla que emerge de un parque público'. Pablo Naranjo