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No es la primera vez que Vega de Seoane, expone en Cantabria; existe obra suya en la Fundación Marcelino Botín, y la galería Trazos Tres realizó hace tiempo una muestra de este gran pintor madrileño. Pero Seoane ha seguido evolucionando y hoy su lenguaje se ha depurado, en palabras de Rafael Dezcallar: 'Las manchas de color son más sutiles pero igual de rotundas, marcando el tono de la tela con sus grises, sus ocres, sus sienas, sus azules o sus blancos. El uso de pinturas más líquidas propicia veladuras y transparencias. En sabio contraste con ellas, gruesas pinceladas negras, afirmativas y serias se revisten de sensualidad al curvarse y difuminarse en sus extremos. Aquí y allá, trazos más finos dan a la tela un aire inquietante, como de punto de interrogación o de aviso al espectador para ... que no se confía, para que no crea que lo que a primera vista se ve es todo lo que hay… Si el espíritu de su pintura es clásico, su plasmación final tiene algo de barroco, las manchas y los trazos se retuercen y a veces se enfrentan unos a otros, en una tensión compositiva que parece que en cualquier momento podría romperse'.