Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Elogio de Eduard Resbier Los polos se derriten, la oscuridad nos amenaza, el mundo se acaba. Lo bueno es que, por ejemplo, Eduard Resbier sigue pintando. Henos aquí en el siglo primero de la Mentalidad Ecológica, recién estrenado internet y algunos siguen pintando. Afortunadamente, Eduard Resbier, en vez de mecerse en la depresión y dedicarse a escuchar música, sigue pintando. Incluyendo los dibujos, ha realizado miles de obras y todavía tiene ganas de pasarse las noches en vela pintando. Eduard Resbier lleva años perfeccionando su técnica y ha conseguido que la calidad de su pintura sea tan alta que ya ha llegado a hacer algunas obras maestras. Entonces, ¿por qué sigue pintando? Porque está vivo, porque quiere hacer más obras maestras y porque quiere ser amado en su arte. Anacreonte lo dijo: si la tierra bebe el rocío, las plantas beben la tierra, el viento bebe las plantas y el mar bebe los vientos, si la oscuridad bebe el mar, el sol bebe la oscuridad, y la luna bebe el sol, ¿por qué no he de beber yo? La vida está rodeada de misterios, pero hay que recordar que antes de que se inventara la teología se pintó Altamira. Luego se pintaron dioses, héroes, santos, reyes, burgueses y campesinos. Y antes de que se inventara la física contemporánea se pintó lo que nunca antes había existido. Al esplendor y apoteosis de la pintura abstracta le ha seguido el llamado arte conceptual, válganos la paciencia, y aquí estamos, entre grafitis, mirándonos de reojo. Ya sabemos quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Así que entretanto podemos seguir intentando ser humanos. Eduard Resbier goza y padece el mundo en el que vive, hace fotos y vídeos, compone música, escribe y pinta serenamente, aunque piense con rabia. Pinta cuadros misteriosos utilizando con maestría lo que ha aprendido de los demás y de sí mismo. Vive pintando porque vivir no es suficiente y la única forma de entender algo de la vida es pintarla. Relacionados por la misma ambición de dominio expresivo del espacio, de la atmósfera que los impregna, de la luz que los define, sus cuadros y dibujos son desde entonces excelentes obras de arte. Eduard Resbier ha sido un pintor virtuoso que ha ido depurando su habilidad técnica sin aparente esfuerzo, y es en la actualidad, además, un artista que ha madurado intelectualmente. Para la exposición que presenta en Metta ha utilizado tinta y papel pintando imágenes similares a las de sus cuadros. Utilizando una técnica de proceso más rápido que el de sus óleos, ha conseguido profundidad y transparencia con espontaneidad y ligereza, aunque con la misma capacidad de atracción. El poder de sugestión de estos dibujos se basa en la imagen misma, que aparece como necesariamente pintada con tinta. Son dibujos que nos inducen a pensar mientras los tocamos visualmente. En estos dibujos, Eduard Resbier consigue que no se vean de inmediato, que no se reconozcan sino hasta haber pasado un tiempo mirándolos en toda su superficie. Son dibujos que requieren tiempo para verlos y tener la impresión de haber experimentado una captación aproximada de todo lo que significan. Son dibujos que contienen tiempo. Jesús París
La exposición se basa en una serie de aguadas de tinta en las que reproduce sus motivos más recurrentes: visiones de paisajes tomados en sus viajes, marinas salidas de visiones imaginarias, interiores de edificios semiderruidos o en construcción y algunos dibujos nacidos a caballo entre la realidad y la invención.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España