Desde sus comienzos, GGM ha abarcado el trabajo de artistas emergentes y consagrados en su mayoría establecidos en Santiago. Para abrir nexos e incorporar nuevas escenas, el ciclo de exposiciones de la convocatoria 2013 abre con la visión de un curador independiente, Rodolfo Andaur, quien acerca a la escena capitalina posturas sobre la creación visual de otros lugares del país.

Desde Iquique, el experto ha trabajado en el eje norte de Chile, difundiendo prácticas artísticas hacia Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Perú. 'Es por esa razón y tomando en cuenta mi participación en innumerables proyectos que establecen el análisis del arte contemporáneo producido más allá de Santiago, es que he seleccionado los portafolios de Vania Caro, con residencia en la ciudad de Alto Hospicio; Gonzalo Cueto, con residencia en Temuco; y Jorge Olave de Carahue', dice el curador.

... style='text-indent:1.0cm'>Vania Caro ha destacado por generar una crítica a los modelos y conceptos con los que se habla de escultura pública en Chile, aplicando y representando la relación ambigua entre monumento, sitio y localidad. Para la muestra, ha trabajado una escultura con jabones que emulan los jabones de pasta base.

Gonzalo Cueto ha utilizado la audiovisualidad para confirmar las fracciones culturales existentes en Chile, un país que contiene dentro de sus límites otros países y personajes que relatan una forma de observar sus respectivos lugares. En 'Economía de sitio' exhibe objetos y un video.

Jorge Olave es artista visual y estudioso del sonido, que ha fracturado la forma como escuchamos -o sentimos- los sonidos, decodificando lugares agrestes y fronterizos. El autor produce un audio exterior y proyecta imágenes dentro y hacia fuera de la galería.

Rodolfo Andaur ha sido invitado a participar en equipos curatoriales de la Trienal de Chile (2009) y Transcripcion_Local (2010 - 2011). Con residencias curatoriales en Alemania, Corea del Sur y Nueva Zelanda (2011 - 2012), dirigió la revista Sonares y es columnista del sitio Arte y Crítica.

Su curaduría plantea el concepto de 'Economía de Sitio': 'Es la sede de la patria ajena, el espacio que nos invita a comprender el contexto del territorio-nación e impone un discurso que desarticula al ya conocido eslogan de 'arte regional' que arbitrariamente ha promocionado la capital. Por cierto, un eslogan que había condenado a la invisibilización perpetua a la producción ejecutada más allá de los límites metropolitanos. La 'Economía de sitio' propone un análisis que se extiende desde una composición pluriétnica hasta una territorialidad entendida como una experiencia concreta que formula una serie de códigos y símbolos que no habíamos comprendido desde este lugar'.

¿Cuál fue el criterio de selección de los artistas?

'Los he seleccionado por la forma en la que han explorado el territorio del país. Ellos han comprendido y evocado una forma de interpretar a Chile y su cultura desde varios puntos que no pasan por la capital. Y eso habla de la forma en cómo el arte que se produce fuera de Santiago no busca ser visible sino poner problemáticas de país que lamentablemente no siempre se discuten desde los espacios de arte contemporáneo en Santiago. Además, Vania Caro, Gonzalo Cueto y Jorge Olave, desde sus investigaciones, han mostrado la radical situación cultural y política que plantea este país fuera de los márgenes de la capital. Y eso me indica que somos nosotros los curadores quienes debemos transitar por ciertos 'territorios' en los cuales los conceptos de patria, multiculturalidad, paisaje, entre otros, poseen otras acepciones y tienen enraizadas otras concepciones'.

¿Pero planteas un cierto 'arte regional'? ¿Qué tipo de experiencias reúne?

'No caigo en la definición de arte regional porque ese concepto no existe. Por lo demás la capital está enclavada en una región. La región Metropolitana es una región más. Hablar de arte regional es homogeneizar lo que pasa desde Arica a Tierra del Fuego con la producción de arte contemporáneo y claramente esta situación no es así'.