Descripción de la Exposición Fríos parecen ser los fuegos fatuos; su fuego se encuentra alimentado de contradicciones. Una luz apagada indica su presencia y evoca unas llamas heladas. Como contraposición, el calor del fuego de la vida; estas llamas fúnebres agotan todo vestigio de vitalidad que podía quedar bajo tierra. La adición de numerosas capas traslúcidas de barnices, incita a hacer un acercamiento a la obra, que permita identificar su estructura a pequeña escala, y ver las manchas, brillos, ondulaciones o irisaciones que se producen. Parecen reconocerse los musgos, líquenes y algas que visten las piedras, de igual manera que se ve el hielo, la nieve o las gotas de lluvia que cubren la superficie. Este acercamiento casi microscópico tiene su contrapartida macroscópica en la necesidad de abarcar las diferentes piezas en conjunto, para así identificar las gradaciones que se producen entre ellas. Las variaciones tonales marcan otra vez el paso del tiempo, en esta ocasión mostrando las variaciones típicas de las estaciones. Estas pinturas no pretenden representar únicamente las piedras, sino también el terreno que delimitan. Las losas constituyen señales topográficas claras, indicadores de presencias y de ausencias, mientras que en la tierra hablábamos de localizaciones más imprecisas, de cambios continuos pero sutiles. Las tierras que Lamazares representa derivan de una obra anterior ?Eidos de Rosalía?, en la que mostraba una vista aérea del paisaje gallego. Ahora se aproxima hasta una escala real, en la que se distinguen las hojas que visten de otoño la superficie. Aquí el material es híbrido entre lo orgánico y lo inerte; es roca llena de vida que cierra el ciclo con la muerte. Las tierras muestran fundamentalmente tiempo y naturaleza, un reciclaje continúo en el que las señales del pasado perduran en débiles huellas que se van intrincando.
Las supersticiones populares de múltiples culturas asociaban los fuegos fatuos a las almas en pena o a los espíritus malignos. La manifestación de estos fenómenos se da principalmente en pantanos y cementerios, lo creó una fuerte asociación al mundo de los muertos. La explicación física del fenómeno encontraría la relación entre estas llamas erráticas de débil luminosidad y el otro mundo. La fosforescencia producida por el fosfato de calcio de las osamentas, o la combustión del metano producido durante la descomposición de los cuerpos es la realidad, aparentemente poco poética, que la química desvelaba. Mas la sabiduría popular no estaba tan equivocada al asociar estas luces a los últimos vestigios de actividad de aquellos que no hace mucho contaban con vitalidad.
?E fai frío no lume? reza el título de la exposición de Lamazares, y realmente parece ser así. Una combustión de la que ya no se puede percibir calor alguno, mientras que una luz no alumbra más que para localizar la oscuridad más profunda, y un movimiento perpetuo mantiene las llamas en ninguna parte.
La elección de la ascesis como camino en la búsqueda de perfección permitiría sentir el frío en el fuego, al desprenderse de las pasiones y preocupaciones mundanas. Ya sea consciente o inconscientemente, la insensibilización que nos distancia del mundo mientras estamos en él, aparta el dolor sustituyéndolo por el vacío; quizás es una percepción que crea muertos en vida.
La solidez física de las estructuras que componen las piezas define inicialmente a las presentes obras, aunque esta característica ya regía la apariencia de anteriores exposiciones. Sin embargo, de manera progresiva, las pinturas fueron tornando cada vez más compactas, hasta llegar al estado actual, en el que las superficies que cubren los resistentes bastidores parecen encajar a la perfección. El desgaste sobre los materiales que caracterizaba obras anteriores es aquí casi inexistente, y en algunos casos, en lugar de los cartones que otras veces hacían de lienzos, ahora aparecen planchas de aglomerado, como si de puertas con sus marcos se tratase. Y en realidad también de puertas se trata ahora, aunque no se abran mucho.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España