Descripción de la Exposición Todos nosotros libramos un combate. (Cuando atacado por la última pregunta, busco un arma detrás de mí, no puedo elegir entre las armas, e incluso si pudiese elegir, tendría que echar mano de las ajenas, pues todos tenemos una única reserva de armas) Yo no puedo librar un combate personal. Si alguna vez creo tener independencia, si no veo a nadie en torno a mí, pronto resulta que tuve que hacerme cargo de ese puesto, a consecuencia de la constelación general, que no me resulta comprensible enseguida o acaso no me lo resulte nunca. Eso no excluye por cierto que haya jinetes de vanguardia, que haya retaguardia, francotiradores y todas las usanzas y singularidades de la guerra, pero no hay nadie que luche por su propia cuenta. ¿Humildad de la vanidad? Sí, pero también aliento necesario y verdadero. Me extravío. El verdadero camino pasa por una cuerda, que no está tendida en el vacío, sino casi a ras del suelo. Parece más bien destinada a hacer tropezar que a ser recogida. Cómo quieres ni tan siquiera abordar la mayor de las tareas, ni tan siquiera vislumbrar su proximidad, soñar su existencia, implorar su sueño, osar aprender las letras de la plegaria, si no puedes reducirte de tal manera que, cuando llegue el momento decisivo, abarques la totalidad de ti mismo en una mano como una piedra para lanzarla, como un cuchillo para matar con él. Por otra parte, no hay que escupirse en las manos para después juntarlas. ciento cuatro | FotoGranada2010 Irene J. Sobreviela ¿Es posible pensar algo desconsolador sin el soplo del consuelo? Una escapatoria consistiría en el hecho de que el conocer, en sí mismo, es un consuelo. Por eso, tal vez podría pensarse: Tienes que eliminarte, y sin embargo, sin falsificar esa convicción, se podría seguir existiendo por saber que se ha llegado a ella. Eso significa realmente haberse sacado uno mismo del pantano tirando de los propios cabellos. Lo que es ridículo en el mundo corporal, es posible en el espiritual. Qué mezquino es mi conocimiento de mí mismo comparado con el de mi habitación. ¿Por qué? No hay observación del mundo interior, como la hay del mundo exterior. El mundo interior solo puede vivirse, no describirse. Cuadernos en Octavio.- Franz Kafka Dummy, o de cómo buscar sin saber qué y encontrar Nada. Y en eso voy a basar mi discurso, en la búsqueda del camino a seguir, una búsqueda que todos los seres humanos empezamos, sin saberlo, como embrión y nunca terminamos. Todo el mundo persigue su camino pero nadie sabe hacia dónde vamos, dónde terminaremos. La muerte no es el fin, es algo que está ahí, pero no es hacia donde tenemos que caminar. Llevo un tiempo buscando la manera de representar esa sensación. Como mi camino va hacia lo que los alemanes constructivistas llamaban 'Arte Total' he ideado una técnica mixta propia para representarlo. La base son fotografías, pero los modelos son personajes modelados por mí con pasta, así puedo hacer de mis modelos personajes oníricos y surrealistas, pero no puedo quedarme solo en la fotografía, trabajare sobre ella con pintura, bordado y nuevas tecnologías. Es una historia; la de una protagonista femenina, fluctuando entre plano y plano a modo de Palíndromos (Todd Solondz), buscando caminos en los que plasmar su personalidad.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España