Descripción de la Exposición
EL ARQUEÓLOGO DE LO SUBLIMINAL
El viento levanta las imágenes, que forman una hipnótica espiral en el suelo del templo, las desordena en un vaivén imprevisible y las arranca del suelo en remolinos confusos, bajo la orgullosa e imperturbable mirada de un águila. Zeus / Júpiter es una performance grabada en vídeo que forma parte de "Drons i el poder de l'art", una exposición en la que el artista catalán Jordi Abelló nos acerca a la insensatez de los conflictos, a través de los mitos clásicos y los drones, mudos testimonios alados de nuestra época.
Arte, mitología y guerra son el hilo conductor de una serie de piezas recientes que empiezan en el conjunto monumental de Centcelles, donde la iconografía bíblica y las imágenes de guerras escenifican el choque entre los dioses antiguos y contemporáneos. Los antiguos referentes religiosos han sido sustituidos por los valores militares que siguen imparables en la destrucción de nuestra historia y cultura. Es la temática que se pone de manifiesto en Ecce Homo, algo así como un trampantojo conceptual que el artista utiliza para jugar irónicamente con la imagen de Cristo y su significado simbólico. Si habitualmente en sus pinturas Abelló interviene el rostro de Cristo con disolvente, aquí es un dron que devuelve al universo en forma de Santo Sudario la imagen en nombre de la cual se han librado infinitas guerras ideológicas y religiosas.
Abelló es un creador capaz de interpretar de una manera absolutamente personal la realidad que vivimos. En sus obras la mirada contemporánea convive con los elementos arquitectónicos y plásticos, la tradicional literaria, la memoria histórica y las raíces culturales que nos unen. Sus propuestas se pueden definir intermedia y plasman un conjunto armónico donde distintas disciplinas dialogan abiertamente entre ellas, desde los vídeos hasta las instalaciones efímeras, pasando por la pintura, la fotografía y la acción performativa. Pinturas, caligrafías, aguafuertes, dibujos y fotografías intervenidas se unen para crear una suerte de inquietante fresco en movimiento que materializa un rotundo rechazo del conflicto. Con Mart, déu de la guerra, Abelló nos traslada a la actualidad y la geopolítica contemporánea criticando abiertamente las guerras mediáticas de nuestros tiempos. Un dron entra descaradamente en el templo romano de Vic donde un televisor, metáfora de la manipulación mediática, le espera para prepararle a salir detonando la guerra ruso-ucraniana, donde los drones se han tristemente convertidos en portadores de muerte y reporteros de imágenes escalofriantes.
Totalmente independiente en toda su trayectoria, Abelló se caracteriza por una creatividad muy generosa y destaca por desarrollar ideas y reflexiones únicas en las artes contemporáneas. Sus obras están permeadas por subliminales y sutiles referencias a la historia del arte y generan narrativas a primera vista imperceptibles, pero que pronto se manifiestan evidenciando aproximaciones totalmente visionarias donde el arte contemporáneo enlaza con los mitos, las leyendas y el arte antiguo, incluso prehistórico. Es el poder del arte que trastoca las perspectivas y te golpea en plena cara, así como las obras que Abelló lanza hacia el dron en El poder de l'art, el vídeo homónimo que da título a la muestra. El arte como panacea a todos los conflictos y probablemente la única expresión transdisciplinar capaz de cruzar las barreras ideológicas y lingüísticas que nos separan.
Para comprender la obra de Abelló es necesario preguntarse una vez más ¿Qué es el arte? Y contestar con las palabras de Martín Heidegger “en la época moderna la obra de arte se convierte en objeto de la vivencia y, en consecuencia, el arte pasa por ser expresión de la vida del hombre”. Frente a la obra de Abelló hay que dejar atrás cualquier prejuicio y aparcar todo lo que hemos aprendido sobre arte, para abrazar una investigación que va más allá de lo predecible y llega a escarbar en lo intangible. Como un arqueólogo de lo subliminal, el artista nos guía con su mirada dando un nuevo sentido a la memoria artística que nos rodea.
Roberta Bosco / Stefano Caldana
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