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Cualquier mensaje de Arte nos dice mucho de la pretensión de su autor; nos traslada a sus intereses y nos integra a la potente voz de la meditación con su trazo.

Diversidad, es una lección de imágenes bellamente construida. En esta muestra, Rosa María, nos expone su perfecta técnica y despliega una galería de lecturas para que desliemos de la fosca Vida las alertas importantes.

Deshecho el blanco, -o quizá integrado como color perfecto-, con la maestría formal que la caracteriza, la autora, nos habla del movimiento de la Historia. Nos dice que modificamos con nuestra actitud y nuestras huellas el entorno; da valor a las sensaciones y a los caminos; a la interpretación de todas las experiencias; a los escorzos ... inverosímiles, que no dejan de ser otra cosa que sentimientos activos que nos complementan como a seres únicos y dictan la realidad de nuestro tiempo.

No precisamos cara, todos somos la misma cara. Si, sueño. Una humilde paloma, el rastro de un camino, la magnificencia de una torre de hierro; la egocéntrica sencillez de los círculos del sueño, los laberintos... Todos somos diversos y hemos modificado nuestro mundo con ese valor.

Meditemos entonces: la Diversidad no es excluyente y no merece ningún dolor. Al contrario, cualquier signo de vida diferente es riqueza y motivo para aprender.

Y ahora cuidado, prestemos atención, porque estamos ante uno de los mejores dibujantes de este país. Sí, hablo de Rosa María Jerez.