El conjunto de dioramas del American Museum of Natural History de Nueva York consiste en una teatralización del entorno natural expresada en dispositivos visuales que nos sumergen –a modo de juego hipnótico– en distintos ambientes en los que conviven ficción y realidad, mediante la fusión de paisaje, flora y fauna. Los dioramas – centenarios– se nutren de materiales extraídos de la naturaleza, así como de recreaciones pictóricas y escultóricas.
Esta contundente y eficaz maniobra consigue que el espectador de la reproducción fotográfica del diorama sea virtualmente incapaz de discernir si se trata de una estampa tomada de la naturaleza o fruto del artificio. Cuando se observa una reproducción fotográfica de un diorama el cerebro asume que está ante una imagen real. Sin embargo, al observar los dioramas en directo, si bien el ojo queda suspendido y a la vez fascinado por un análisis tan preciso del entorno natural, en ningún caso...entiende que está ante la naturaleza viva sino ante una recreación.
La serie fotográfica presentada en esta exposición implica una reflexión sobre la percepción, la ilusión y la representación, así como de la vida y la muerte. En la actualidad, estos dioramas podrían resultar controvertidos debido a su sesgo colonial. Sin embargo, su producción fue la razón que permitió crear el primer parque natural de África (Parque Nacional de Virunga en la República Democrática del Congo), así como el Parque Nacional del Denali en Alaska. Por tanto, están conectados con un deseo de preservación.
La propuesta de Sasha Asensio nos conduce, al mismo tiempo, a un santuario, a un escenario teatral, a un espacio ritual, a un ver para creer y, también a un ver para crear. Supone la implicación activa del espectador mediante la exploración del trampantojo.
Entrada actualizada el el 02 sep de 2024
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