Descripción de la Exposición El MACLA exhibe en esta muestra dibujos y pinturas de Julio Silva que integran su colección. Son 85 obras realizadas entre las décadas de los 60 y 70 la mayoría de ellas en temperas y tinta sobre diferentes tipos de papel, salvo dos, de grandes dimensiones, ejecutas en acrílico sobre tela. Nacido en Entre Ríos Julio Silva, se trasladó de allí a Buenos Aires y luego hasta Francia en 1955, donde hoy vive, aunque comparte sus horas de trabajo también en su taller de Carrara, Italia. En aquellos primeros tiempos conoció a Julio Cortazar, con quien iniciaría una gran amistad plasmada en libros como Les discours du Pince-Gueule (El pincha jeta, 1966), primer libro en francés del escritor, La vuelta al día en ochenta mundos (1967), Último Round (1969) y en la sorprendente Silvalandia (1976). Las letras acompañaron sus trabajos y su amistad, también con el poeta Saúl Yurkievich (nacido en La Plata y fallecido en 2005 en París) y de sus ideas conjuntas surgieron El huésped perplejo (2001) y luego Intempérie (2003). Silva no solo desarrolla su trabajo en la pintura y el dibujo, sino también en la escultura. Su obra es debidamente representada en el forum de Les Halles en el centro de Paris, o en los espacios abiertos del barrio de La Defense. Massimo Bertozzi, escribe en el catálogo 'Si el blanco del papel es un campo abierto a los infinitos matices que consiente la vasta gama de los grises de la tinta china y el grafito del lápiz, a veces le toca precisamente al blanco del fondo dar cuerpo a la imagen, cuando la tinta se expande, líquida y sutil, para invadir toda la hoja, en una suerte de manera negra, que aumenta la suavidad de la imagen, y también la profundidad de sus misterios. Una práctica menos instintiva, más meditada, que sugiere un pasaje tras el gesto espontáneo del dibujo es la más compleja compaginación de una pintura'. 'Plagados de seres', escribió Joaquín Almeida en el catálogo de la muestra 'los mundos de Silva se inscriben en la fantasía devenida surrealista, una figuración que se ve con los ojos dados vueltas, del revés, entre risas y efectos de ilusión. Trazo libre que no debe confundirse con apuro, el dibujo parece fluir sobre el papel blanco simulando vida propia. Lo mismo podría pensarse de las antiguas esculturas africanas, de las que Silva es asiduo coleccionista, y que tienen su reflejo tribal en esas formas que pueden surgir de la nada, en los colores de la tierra que resurgen mil años después en otra cultura'.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España