Como en un silencioso diálogo, las formas se mueven en un juego entre agua y humo. Unión y separación dentro un espacio común. Una sociedad de figuras, formas y relaciones. Todo es vida como el agua y todo desvanece como el humo. Símbolos o marcas entran y, juntas, interactúan en nuestro mundo. Sin orden alfabético, solo orden estético. El alfabeto es visto como un proceso gráfico. Sin buscar un significado, solo hay una yuxtaposición de signos. Una lengua desconocida que no busca ser entendida. Es la abstracción del dialogo, de la palabra. Es una unión ordenada de símbolos. Cada uno fin a si mismo y todos juntos interactúan en un discurso sin lógica aparente. Es la abstracción del lenguaje con una nueva derivación: solo la gráfica. Es como un renacimiento, un nuevo interés. No hay ni “Alpha” ni “Beta”, ni “A” ni “B”. Solo ideas, letras indescifrables. Todo al libre albedrío. Sin un orden, solo la gráfica.