Se trata, sin duda, de una actitud crítica respecto de los dispositivos corrientes pero no respecto de las personas que hablan, que pueden recobrar así su personalidad completa.

Es entonces cuando en la imagen y el sonido pueden aparecer dimensiones ligadas a una plenitud del sentido que no distingue entre cuerpo y discurso. Un intento, por lo demás, 'político' en el sentido más cabal del término, porque la plenitud ciudadana es el libre ejercicio de inteligencia y sensibilidad en partes iguales.

Después de la violencia ha sido primero una videoinstalación, en la que los diferentes materiales se articulaban libremente en el espacio. Como tal se presentó en la galería de arte H2O de Barcelona en el 2008. Los contenidos habían nacido de una experiencia en el barrio del Carmel de la mano de la Fundación ADSIS, que se ocupa sobretodo de los jóvenes, y de una serie de encuentros en el Caixafórum organizados por la Fundación Catalunya Segle XXI.

Luego, los amigos de los 'Rencontres Internationales d'Art París/Madrid/Berlín' sugirieron un montaje linear y la posibilidad de integrar nuevos materiales rodados en las tres ciudades. Es lo que ahora presentamos. El montaje linear ha supuesto la revisitación de todo el material rodado, no sólo de lo que sirvió en su día para la videoinstalación, y la inclusión de lo producido en Madrid y París. Todo ese proceso nos ha permitido un largo trabajo sobre todos los aspectos del contenido de lo que ahora es un film, que se presentará por primera vez -y no podía ser de otro modo-, en la galería H2O de Barcelona, antes de emprender el périplo europeo en los 'Rencontres Internationales'.