Descripción de la Exposición
En los tiempos de la velocidad todo corre peligro de desaparecer. Donde antes había vida ahora hay vacío, y a veces ni tan siquiera memoria. El recuerdo, condenado a ser reliquia, se enreda entre los restos y es en ese momento cuando el espacio cotidiano se convierte en un lugar alienado.
El arte es capaz de interrumpir la lógica del olvido. Desde su posición, reactiva memorias y se agarra a la vivencia como relectura política de una experiencia tan individual como colectiva. En los relatos subjetivos se proyectan los sentimientos comunes creando un lugar de encuentros sobre el que releer nuestro devenir. El artificio del arte se erige entonces como una radicalización de nuestra opción de vida, casi como una arenga que nos obliga a ser parte de una narración, a la vez propia y ajena.
Pero tras la ruptura llega el silencio. ¿Qué queda cuando se aparta la mirada? ¿Cómo se asienta lo volátil? En esta exposición subyace una revelación acerca de ese instante. No hay control sobre la expansión de lo poético. No hay ningún elemento tangible que nos permita comprobar si entre los espacios de quietud subsiste aún un rastro de aquella esencia que nos hizo creer en otras formas de vida.