despejo. 1. m. Acción y efecto de despejar o despejarse. 2. m. Acto de despejar de gente la arena antes de comenzar la corrida de toros. 3. m. Desembarazo, soltura en el trato o en las acciones. 4. m. Claro entendimiento, talento.

espejo. 1. m. Tabla de cristal azogado por la parte posterior, y también de acero u otro material bruñido, para que se reflejen en él los objetos que tenga delante.

La imágenes que forman parte de (d)espejos, son una reflexión sobre el tiempo y el espacio del sujeto en tránsito. Robert Berlin ha empleado varios recursos para expresar ese sentimiento de intensa levedad que uno siente al viajar. El más importante es sin duda su uso del espacio arquitectónico en el que abundan superficies trasparentes y reflexivas, (los espejos y los vidrios), y las aperturas (ventanas, puertas, entradas). El artista nos ofrece una mirada distante, y si acaso nos permite ... entrar, sólo es con la mirada, un poco indiscreta quizás, pero siempre desde afuera y desde lejos. En el marco de las construcciones secuenciales de Berlin incluso las figuras aparecen en su condición de objetos remotos, reducidos a vectores que atraviesan un espacio carente de connotaciones narrativas como lo sería un espacio arquitectónico vacío. Podríamos compararlos a los personajes aislados de Hopper si no fuera porque no hay movimiento en las pinturas del artista americano. A caso en las obras del fotógrafo, los gestos son como escrituras sin sentido sobre el agua, destinados a desaparecer, y las protagonistas esculturas en movimiento a lo lejos. Definitivamente, aquí hay distancia.

Pero si todo es distancia, ¿cómo se manifiesta entonces este sentimiento intenso de levedad del viajante mencionado con anterioridad? El arreglo sistemático de los espacios y los sujetos en función de una voluntad estrictamente formal cobra otro sentido en la galería. Aquí entran en juego las características inherentes de la técnica desarrollada por Robert Berlin. La fotofusión, procedimiento que implica la transferencia de la imagen translúcida directamente a la superficie de una lámina de aluminio, resulta en una imagen nacarada que cambia según el ángulo desde el cual se la contempla. A través de sus desplazamientos, entra en una relación especial con los planos en movimiento que, con un poco de suerte, puede desembocar en una epifanía.