Con una cincuentena de obras realizadas en acrílicos, carboncillos, lápiz y rotulador a lo largo de los últimos meses, la exposición se caracteriza por el acento que quiere poner el artista sobre su evolución personal, complementando así su proceso creativo con nuevas técnicas y formatos.

Para esta exposición, Miguel Leal decide desnudar su alma, dejar al descubierto los desencuentros (lo que no ha sido, lo que no es y lo que podrá no ser) empezando un proceso de descubrimiento personal que no quiere destapar sus frustraciones, sino estimular reacciones.

... class=>Pierde el control y se deja llevar por la libertad de expresión en un terapéutico proceso de creación. Su lenguaje no es la palabra, es la pintura: Leal conversa con la tela y el papel a través de líneas desenfrenadas que deforman figuras. Figuras que la mente del artista concibe inicialmente como reconocibles y que va desfigurando poco a poco para convertirlas en alegorías.

Miguel Leal investiga los desencuentros: su proceso creativo culmina con la interpretación pictórica de un sentimiento o, más bien, de una percepción personal de un acontecimiento. Sus obras nos permitirán apreciar el verdadero valor de los encuentros.