¡Somos frágiles, joder! ¿Por qué esconderlo? Asumamos de una vez por todas que hay situaciones que nos hacen vulnerables y nos debilitan. Y, a pesar de lo que generosamente libramos por la red y por la calle, seguimos sin estar preparados para reconocerlo. En ese estado, el destino más inmediato nos pone a prueba, evaluándonos frente a cualquier memez… un clavo quita otro clavo… imagen tras imagen… buscando algo con lo que equilibrarnos, a pesar de sentirnos rotos, despedazados y abiertos en canal. Damos pena y una parte de nosotros también quiere darla. Los obsesivos (auto)retratos de Grip Face ilustran este proceso. Envoltorios de productos alimenticios tiernos, sabrosos, a la vez que terapéuticamente perversos que soportan primeros planos de personajes que han vivido lo suyo. Rostros grotescos que esperan recibir en sus caras merecidas tartas como penitencia a aquello que no ha ido como ellos esperaban. La fotografía de un...presente necesario e incierto. Grip Face sabe de lo que estoy hablando.
Ésta exposición pretende mostrar la descomposición de rostros gráficos y pictóricos en su amplia gama, estos han sido intervenidos en varias calles de diversas ciudades y esta vez aparecerán en soportes expositivos. Una serie de obras de pequeño formato que son intervenciones sobre packaging publicitario, donde aparecen una serie de retratos realizados durante el periodo de descomposición en la vía pública.
Entrada actualizada el el 15 sep de 2015
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