Descripción de la Exposición Recuerdo los trabajos con planos como planchas de forja, opacas, sordas de color, con límites con rebarbas, como desgarraduras... una especie de congelación del ritmo vertiginoso del proceso de transformación de la pintura. Si fuera herrero y disponer de fragua trabajaría las herraduras de los caballos. De los caballos de un cierto Apocalipsis. Ahora Candaudap parece que se refugia en la naturaleza cultivada; en la cultura pictórica europea. Así mismo se refugia en la naturaleza de la pintura cultivada de los seguidores de Cézanne. Volvemos como siempre, por si algunos no se han enterado, a la pintura de la cosa y la cosa de la pintura. Luis pinta cosas del mundo, sobre todo del mundo del pintor, de la historia de la pintura europea; y pinta la cosa de la pintura en sus distintos modos o estilos, claroscuros, manchas cezanianas, texturas, trazos informalistas, conversiones de fondos oscuros barrocos, en campo de color de miniatura persa o china. Y a su vez todo lo trata como cosas representadas en un interior holandés o en un paraje desolador, infernal. Es un Pound europeo que reúne en círculo el botín de la pintura (o como enclave de la resistencia, o gran reserva india) dispuesta para la gran pira terminal. En esa pira se encuentran mezclados los residuos de la tradición y la modernidad, todo mezclado y confundido preparado para la hecatombe homérica. Es una manera de evitar el saqueo de las turbas audiovisuales. Algunos a este momento lo llaman postmodernidad. Vale. Hace unas décadas Derrida se descolgaba contra los tardíos hipermodernos o vanguardistas con que: '...era una fatalidad (en la doble acepción de fatal) que la clausura de la representación no tenía lugar'. He aquí lo que estamos viendo en los trabajos de Luis Candaudap. Para decirlo en el lenguaje de Greimas: el significante imagen y el significante pintura se mezclan en la representación del significado (¿semántica?) como cosas, muebles o parte del ajuar de un interior holandés. Junto a una cara pintada al modo de Rafael flota una mancha con textura informalista que, a su vez, se codea con un caballo o la imagen desgarrada con sus rebarbas o un fondo de color sobre el que aparece pinzada una postal rota de un Picasso neoclásico. Pero en toda la obra se trasluce la raza del pintor que trabaja como el herrero día tras día a golpe de pincel preocupado siempre por escudriñar el horizonte de nuestra época; es el vigía de algo amenazante y decepcionante. Luis Candaudap es una mezcla de artesano y visionario. Luis es, como Pound, el guardián de los cimientos.
Premio. 27 ene de 2025 - 10 mar de 2025 / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España