Descripción de la Exposición
El guardián del infinito heredó el martirio de su inmortalidad. Nuestros ojos petrifican su temporalidad en paisajes fósiles paralizados, mientras sólo él, suele entender la cronología de su larga exposición al exterior.
Altar inalterable, sus estatus se quedan helados con la profunda sinceridad de su triunfo sin caída, como un reino invicto. Una caída inconcebible de un trono inquebrantable que se define con la ciega incapacidad de ser cambiado o diferente, inflexible como su propia dureza. Deviene la corona de la eternidad sobre nuestros huesos pulverizados.
Esos espejismos de la identidad a lontananza, sus pieles de tonos piedra pastel, eligen afirmarse en voladizo, dejando caerla cortina de la dramaturgia romana. Quitan el disfraz artificial para lucir sin brillo, como la niebla arenosa tan peculiar que vela el horizonte limeño.
Rebanadas colosales sueltan su propio peso y con lo mínimo de materia generan gigantes de una nueva era. A propósito marcan y fortalecen los agujeros del cambio con el relleno de carne distinta, que brinda la estética de la re-construcción. Esos atrevidos esqueletos, desde un enfoque desubicado y salvaje, destacan la magnitud de la tradición.
- Gwladys Alonzo El guardián del infinito heredó el martirio de su inmortalidad. Nuestros ojos petrifican su temporalidad en paisajes fósiles paralizados, mientras sólo él, suele entender la cronología de su larga exposición al exterior.
Altar inalterable, sus estatus se quedan helados con la profunda sinceridad de su triunfo sin caída, como un reino invicto. Una caída inconcebible de un trono inquebrantable que se define con la ciega incapacidad de ser cambiado o diferente, inflexible como su propia dureza. Deviene la corona de la eternidad sobre nuestros huesos pulverizados.
Esos espejismos de la identidad a lontananza, sus pieles de tonos piedra pastel, eligen afirmarse en voladizo, dejando caerla cortina de la dramaturgia romana. Quitan el disfraz artificial para lucir sin brillo, como la niebla arenosa tan peculiar que vela el horizonte limeño.
Rebanadas colosales sueltan su propio peso y con lo mínimo de materia generan gigantes de una nueva era. A propósito marcan y fortalecen los agujeros del cambio con el relleno de carne distinta, que brinda la estética de la re-construcción. Esos atrevidos esqueletos, desde un enfoque desubicado y salvaje, destacan la magnitud de la tradición.
- Gwladys Alonzo
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España