Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Derivas de la Geometría. Razón y orden en la abstracción española, 1950-75 propone una revisión de los fundamentos de la abstracción en las prácticas artísticas desarrolladas durante el tercer cuarto del siglo XX, que encontró en las derivaciones de la geometría uno de sus argumentos más poderosos. Durante este periodo, el pensamiento abstracto, ordenado por la simplificación de las formas, tuvo una profunda influencia en las variantes experimentales y los nuevos caminos abiertos por los lenguajes artísticos -especialmente el arte conceptual y el povera-, así como en las primeras incursiones del arte en las nuevas tecnologías y su aplicación científica. Este proyecto analiza y explora la proyección de esos conceptos matemáticos y geométricos, tanto en la plástica, como en la música contemporánea y el cine, disciplinas que, de manera más efectiva, han conciliado los intereses de artistas procedentes de ámbitos creativos diversos. Derivas de la Geometría se interesa, fundamentalmente, por la grieta abierta en los convencimientos y convenciones de las diferentes tendencias y disciplinas que abarca. Un corte que no implica separación entre partes divididas, sino una abertura a posibilidades si no impensables, sí poco comunes. Las obras cronológicamente más antiguas de la exposición son las de Pablo Palazuelo, reflejo de su interés por transponer sus formas geométricas a la música a principios de los años cincuenta, cuando realizó una serie de dibujos que reflejan el aspecto mistérico y espiritual que el autor atribuyó a la geometría. Mucho más concreta, por no decir voluntariamente ajena al espiritualismo, fue la experiencia del Equipo 57, cuya película animada Experiencia 1, se proyecta en la muestra, así como los gouaches que sirvieron para elaborarla. Otro autor representativo de estos procesos constructivos es Eusebio Sempere, con sus cajas luminosas cerradas de 1954, por cuyos agujeros con formas geométricas coloreadas con plexiglás de distintos colores pasa la luz y cuyo encendido y apagado estaba regulado por un pequeño motor. Resulta imposible no relacionar estas obras de Sempere con algunas de las piezas primerizas de José María Yturralde, que presenta un trabajo en el que la ilusión de movimiento está generada por una sucesión de curvas que permanecen quietas, pero que parece que se despliegan, ya hacia el interior, ya hacia el exterior de la circunferencia que las engloba, como parte de un viejo fenómeno estudiado por geómetras y matemáticos. Muy próximas a esta propuesta, aunque poco más tardías, son las aperspectivas de Jordi Teixidor. En este caso, se trata de formulaciones más austeras, más cercanas al minimal o, de modo más exacto, proclives a una sencillez que dice más con cuanto menos se pronuncia. De los autores incluidos en la muestra, el más genuino representante del cinetismo es Francisco Sobrino, del que se exponen dos 'pinturas' en plexiglás sobre tabla, iniciadas en 1962, que se activan como positivo y negativo de una misma idea. Por su parte, la base modular es hegemónica en los trabajos de Manuel Barbadillo auténtico abanderado de una resolución formal de interminables variantes y de los primeros en servirse del ordenador para generar sus obras. Su instrumentalización aparece, igualmente, en los primero trabajos de Gerardo Delgado, otro artista cuya comprensión de la geometría ha influido permanentemente los distintos encauzamientos de su trabajo pictórico. Valcárcel Medina es el más notorio y coherente de los artistas conceptuales españoles, interesado desde siempre por las consecuencias sociales de la acción artística, ya desde sus obras primeras sometió a la pintura a una auténtica crítica del juicio, que le llevó a predecir, con rotundidad extrema, la conversión de la pintura abstracta en género semejante al retrato o al paisaje, y también a evocar una cierta inclinación por la certeza de la geometría. Por su parte, Luis Lugán es uno de los autores que más ha contribuido a considerar todos los sentidos humanos -especialmente la vista, el oído, el olfato y el tacto- como elementos implicados en la obra de arte y un auténtico pionero en el análisis de la capacidad comunicativa de las nuevas tecnologías. Elena Asins, por su parte, puede ser considerada como la más ortodoxa de las artistas abstractas geométricas españolas, y quizás del panorama internacional. Ritmo y medida y profundización en la metamorfosis de las formas son sus señas de identidad. Santiago Serrano se presenta en este exposición como un artista que ha hecho de la pintura en sí misma y sin mixtificarla, recipiente de cuanto humano hay en su realización y en sus referentes. En su obra, la geometría desempeña un papel estructural y distributivo de primer orden. El germen del cuantioso y amplio proyecto desarrollado por José Luis Alexanco no procede de la abstracción, sino que llega a ella y a su enunciación geométrica desde la figura humana. Ésta es, en primer lugar, sujeto del dibujo, modelada en esculturas de tres dimensiones que experimentarán una segmentación horizontal que permite su reagrupación en formas que evocan su origen y las cargan de un nuevo sentimiento. Un propósito que se visualiza, tanto en las piezas de su Apostolario, como de su película El Viaje. Tampoco procede de la abstracción el trabajo colectivo propuesto por Ignacio Gómez de Liaño y desarrollado con la inestimable colaboración de Guillermo Searle, en la aplicación de las entonces novedosas gramáticas generativas al estudio de los patios platerescos y al Apostolario de el Greco, y el establecimiento de las normas exigibles para 'crear' otros nuevos. Las referencias plásticas incluyen también la presencia esencial de la Tela de araña, de Prada Poole, una escultura invisible, que desde su imperceptibilidad sostiene el paradigma de que la geometría admite en su euritmia fisuras que absorben las incoherencias y asimetrías que conforman la vida. Otro de los conjuntos de obras más coherentes con el mundo de las derivas geométricas, esta vez aplicado al cine, es el realizado por Javier Aguirre bajo el nombre emblema de Anti-Cine y que engloba un conjunto de 8 películas realizadas entre 1970 y 1971. De entre las que presentan en esta muestra, destaca Uts-Cero, dedicada a Oteiza y Malevich, una progresión geométrica en torno a la circunferencia. Por último, la presencia de la propuestas más experimentales trasladadas al ámbito musical se constatan aquí en la presencia expositiva o sonora de Dentro de lo posible, de Alfredo Aracil, Ibemia y Double Concert, de Mestres Quadreny, Compendio y variedades Zaj, de Walter Marchetti, Hipnagótica, de Emiliano del Cerro, Quartet , de Ana Bofill y 6 Cánones, de Andrés Lewin-Richter.
Derivas geométricas es una exposición que quiere mostrar lo ocurrido con las tendencias geométricas en el seno de la abstracción durante los años sesenta y setenta, aquellas variantes y aquellos nuevos caminos abiertos desde una voluntad cierta de pensamiento abstracto y, a la vez, ordenado desde la simplificación ordenada de las formas. Dos son los fundamentos de la muestra: aquellos usos y empleos de la abstracción geométrica en espacios conceptuales ajenos -lo que incluye el cine, la música e incluso tendencias aparentemente opuestas a la normatividad, como el povera, etc.- y su colaboración y participación o aprovechamiento en disciplinas ajenas por artistas que no son artistas plásticos. La exposición la integran piezas del Equipo 57, Pablo Palazuelo, Eusebio Sempere, Nacho Criado, Luis Lugán, José Miguel Prada Poole, Elena Asins, Jordi Teixidor, José María Yturralde, José Luis Alexanco y Santiago Serrano, entre otros.
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Formación. 07 nov de 2024 - 28 nov de 2024 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
