Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- El jardín, un lugar en la mente, un mundo propio, creado, protegido, cuidado … artificial? Una utopía íntima que, como primer caparazón, nos aísla de lo incontrolable. Un ecosistema de ideas en el que todo tipo de semilla y fruto es posible. Pero a su vez, dentro de su aparente control y simplicidad, el jardín puede ser un laberinto, un lugar donde todos los abismos del yo son posibles. Como en el jardín del Bosco, sembrado de construcciones casi reales, de cáscaras frágiles y ligeras, cuyas formas orgánicas permiten aberturas que tanto ocultan como revelan … y como en el jardín de Borges, aquel no lugar en donde caben todas las opciones hasta el infinito, y cuyo tema principal permanece innombrado… Las obras de Tom Carr creadas en torno a la idea de jardín imperfecto constituyen todo un vocabulario fresco y cambiante: los vacíos se solidifican y las formas devienen espacios; se transforman en lugares de confluencia, en vértices del vacío o en estructuras vivas que ascienden, precaria pero decididamente, a la luz. Abrazan el aire saturadas de color y en ellas la pulsión de lo escondido se revela, afirmando contundentemente su existencia. --------------------------------------------- Doctor en escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, su trayectoria artística incluye más de una veintena de proyectos de escultura pública entre la que habría que destacar las obras “Seed, Helix & Miroir D’eau” instalada para la sede central de Société Genérale, La Defense en Paris; “Panta Rei” en las fachadas de los edificios de la manzana de la escuela Frederic Mistral - Tècnic Eulàlia de Sarrià, Barcelona y “Wind” en Sony Electronics Company Headquarters, en San José, California. Sus exposiciones individuales incluyen “Cycle et coïncidence” en el Musée d’Art Moderne de Céret, Francia; “Versus”, instalación en el Monasterio de Nuestra Señora del Prado, Valladolid (2003) y "Orbis" en el Centre d'Art de Santa Mónica de Barcelona. La exposición “el jardín imperfecto” viajará, después, al Studio Franck Bordas, París (marzo), Galeria Sala Maior, Oporto (primavera) y Alliance Française, Sabadell (septiembre, 2007).
La exposición “del jardín imperfecto” tiene que ver más con un lugar en la mente que con el espacio. Las imágenes (dibujos, fotografías y collages) y objetos (madera, papel, cuerda y vidrio) de Tom Carr aparecen como referencias a los elementos de un jardín, como el jardín mismo y tal como puede ser observado. La representación de jardines y paisajes en el arte ha sido una plataforma para una expresión muy densa y rica a través de los siglos y en diferentes culturas. Este tema recurrente ha aparecido como arte en todas las formas imaginables. Pero también la misma organización física y el diseño del jardín se han concebido a menudo con una intención fuertemente simbólica. Tom Carr clasifica el micro/macromundo “del jardín imperfecto” en diferentes apartados: mapas (pintura); semillas (origen y principio); vegetación (crecimiento); senderos (trayectorias personales); vistas (maneras de “ver”) y tiempo (concepto omnipresente en nuestra existencia y claramente manifestado en el jardín.