Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Fruto de una doble fidelidad que desde hace años se mantiene inalterable entre el pintor y la galería, Antonio Ferri vuelve, optimista y fecundo, En este noviembre desafiante y cargado de negros presagios, a exponer en Estil su obra más reciente. "Del abstracto al Quatrocento", es el epígrafe escogido para este conjunto de cuadros, en el que de modo tan perceptible y como evidente, lo que nos exime de todo demostración, se nos ofrecen una tras otra las secuencias en las que son perceptibles la mutación de uno al otro estilo, tan explícito en su definición, sin que por ello, ni pese a ello, se perciba ruptura o estridencia alguna en el conjunto que, por lo mismo, resulta armónico y coherente. Tan acertado como el titulo escogido sería el "De Antonio Ferri a Antonio Ferri". Incluso, puede que fuese tan acertado o más que el otro. No será necesaria prueba genética alguna para concluir que es el mismo cordón umbilical, la misma placenta artística, la que ha alimentado estas criaturas. Cada una de ellas exhibe su propia idiosincrasia, ojos distintos, rostros diferentes, emparentadas epidermis, pero todas ellas responden a un mismo ADN en forma de común denominador. Un mérito el de Antonio Ferri que se le puede denominar con la mayor precisión como fidelidad. Que no sólo es reconocible en estos sus últimos trabajos, que aquí veremos con renovado gozo, sino que está presente a lo largo de una biografía pictórica, ya tan fecunda como apreciada. Podrá Antonio Ferri fruto de una concreta etapa, ánimo y propósito variar el estilo de su obra y así lo ha hecho. Ahora mismo nos invita a hacer con él un largo recorrido, el que transcurre en los seiscientos años que van desde el Quatroccento al abstracto, pero en ningún momento se nos ocultará el hilo conductor, idéntico al que va entrelazando, alimentando en cómplice ósmosis, las mismas texturas, un mismo aliento para cada una de sus obras y así hasta volver al punto de partida para completar el círculo. Sólo quienes sufren a veces sin llegar a saber nunca la etiología de su mal las consecuencias de sus mudables, reversibles, y hasta intercambiables fidelidades, pueden hablar de saltos en el vacío, dislocaciones y hasta fracturas en el corpus histórico-pictórico de Antonio Ferri. En esta exposición, ratificación de una constante lampedusina, se comprueba: cambiar para que nada cambie. Así, apreciaremos que sus características más reconocibles: las texturas distributivas del color, las trasparencias, el modelador grafito, siguen siendo suyas de modo personal y para nada transferible. Así las cosas, cada noche se observa -por lo que me cuentan testigos cualificados- un aleteo de ángeles que, desde la cúpula de la Seo catedralicia, una vez liberados y reencarnados los que pintase Paolo da San Leocadio, llega hasta la Galería Estil para recrearse en las felices formas de quienes consideran parientes muy cercanos y a los que invitan, sin suerte por el momento, a compartir con ellos la gloria terrenal que a ellos les ha sido restituida.
Un aleteo de ángeles llega a la Galería Estil.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España