Descripción de la Exposición
MUSAC, Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, inaugura el 28 de septiembre Prada Poole. La arquitectura perecedera de las pompas de jabón, primera exposición monográfica dedicada hasta la fecha al arquitecto vallisoletano José Miguel de Prada Poole (Valladolid, 1938). Coproducida con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), donde pudo visitarse hasta el pasado 1 de septiembre, la muestra revisa los proyectos más significativos del autor y sus aportaciones al campo de la arquitectura, que destacan por su carácter experimental, futurista y efímero.
Premio Nacional de Arquitectura en el año 1975 y conocido fundamentalmente por sus arquitecturas neumáticas, Prada Poole es autor de proyectos paradigmáticos de la arquitectura española como las Cúpulas de los Encuentros de Pamplona (1972), el edificio del Palenque para la Exposición Universal de Sevilla de 1992, o la Instant City construida para alojar a los participantes en el VII Congreso del International Council of Societies of Industrial Design, celebrado en Ibiza en el año 1971. La exposición en MUSAC, que podrá visitarse hasta el 12 de enero y ha sido comisariada por el también arquitecto Antonio Cobo Arévalo (Alcaudete, Jaén, 1980), propone un acercamiento a la trayectoria de Prada Poole a partir del análisis y recorrido por más de treinta de sus proyectos arquitectónicos y urbanísticos a través de planos, maquetas, fotografías, vídeos e incluso estructuras hinchables.
La arquitectura perecedera de las pompas de jabón se vertebra en cuatro apartados que recorren de manera cronológica los proyectos y aportaciones en el ámbito de la arquitectura y en respuesta a los cambios de la propia sociedad y la ciencia: Optimismo tecnológico (1968-1972), etapa en la que la computación y tecnología adquieren un papel significativo en sus planteamientos urbanísticos; Revolución social (1971-1975), fase en la que desarrolla proyectos de naturaleza efímera y adaptada a las necesidades específicas del momento; Crisis energética I (1973-1976), periodo marcado por la primera gran crisis energética internacional como consecuencia de la subida del precio del petróleo; y por último, Crisis energética II (1976-1988), ciclo en el que el autor repiensa y combina ingeniería, arquitectura y planeamiento urbano para alcanzar el control microclimático en sus propuestas.
Con motivo de la muestra, la editorial Recolectores Urbanos edita, en colaboración con CAAC y MUSAC, una publicación que ofrece la primera lectura en profundidad y desde diversos ángulos del trabajo experimental de Prada Poole. A esta publicación se le suma una edición facsimilar de Las Fuentes del espacio, publicación del autor editada por el Colegio Oficial de arquitectos de Madrid en 1977, en la que trata de desvelar qué herramientas debe conocer el arquitecto para definir el espacio. Además, se realizará una edición especial, un póster de uno de los diagramas del libro, Esquema perceptivo.
SOBRE LA PRÁCTICA DE PRADA POOLE
José Miguel de Prada Poole es un autor singular en el panorama de la arquitectura española, claramente adelantado a su tiempo, que a lo largo de toda su carrera consigue fusionar en sus proyectos arte y ciencia, realidad y utopía, presente y futuro. Se trata asimismo de un arquitecto no analizado en profundidad hasta la fecha, que destaca por su voluntad de adaptación a los cambios sociales y medioambientales, y que genera proyectos arquitectónicos de naturaleza temporal, al servicio y respuesta de la necesidad del momento presente, flexible y adaptativa, con una marcada sensibilidad hacia los recursos naturales y gasto energético que permanecen, aún a día de hoy, de plena actualidad.
Desde sus primeros proyectos, Prada Poole entiende la arquitectura como una labor predictiva frente a una realidad cada vez más líquida e inestable. Diferentes perspectivas de futuro son, de hecho, contantes en sus proyectos, en ocasiones convertidos en una ‘arquitectura ficción’ en cuyo diseño ha especulado racionalmente sobre avances científicos, técnicos o sociales.
El título de la exposición, La arquitectura perecedera de las pompas de jabón, tiene como origen un artículo escrito en 1974 por el propio de Prada Poole en un número especial de la revista El Urogallo dedicado a la ciudad, en el que adelanta lo que serán las bases de su trabajo. El arquitecto promueve en él una arquitectura en la que el material con el que está construida la ciudad de la medida temporal de su propia existencia. Por eso, como matiz importante, ya en el título prescinde del término efímera -de uso más común en arquitectura para referirse a una construcción de corta duración-, y emplea perecedera: lo efímero dura poco; lo perecedero sucumbe cuando lo hace la materia que lo conforma.
El texto de Prada Poole expone las razones que hacen que la configuración urbana sea demasiado rígida en la ciudad tradicional. Según su parecer, las estructuras económicas y sociales urbanas hacen que «duren demasiado» y por esta razón, la ciudad es incapaz de adecuarse a las nuevas y cambiantes demandas.
Con esta premisa, que engloba los factores configuradores de la ciudad y sus edificios, Prada Poole construye un relato sobre la ciudad del futuro a través de lo que denomina «los tres escalones de la arquitectura inexistente». En esta descripción, la ciudad tradicional mutaría, a través de sucesivas transformaciones, en una ciudad inmaterial, en la que los edificios sólidos serían sustituidos por acumulaciones de espuma que «aparecerían y desaparecerían, agrupándose y separándose según las diferentes necesidades». Cada edificio se convertiría en una ‘burbuja’ definida según las condiciones físicas y atmosféricas adecuadas al uso al que estuviera destinado. La ciudad, tal y como era conocida hasta entonces, sería sustituida por una «realidad inmaterial recorrida por olas estimulares». Esa urbe, evanescente y sin forma, puede parecer una quimera, pero es toda una declaración de principios.
CUATRO APARTADOS TEMÁTICOS
La muestra en MUSAC toma como punto de partida y declaración de principios la propia publicación de El Urogallo, así como una fotocomposición de marcado carácter futurista, Eros City, que el propio Prada Poole realiza para ilustrar su artículo, y en la que sugiere la posibilidad de crear un cordón umbilical emitido desde el planeta Tierra que conectara numerosas urbes en forma de festivas organizaciones florales en las que el solaz erótico podía alcanzar su máximo esplendor. Un vídeo sobre las artes visuales de 1979 centrado en la figura del arquitecto y una mesa de interpretación cierran los contenidos de la introducción al proyecto.
A partir de ahí, la exposición se vertebra en cuatro apartados que recorren de manera temática los proyectos y aportaciones de Prada Poole en el ámbito de la arquitectura y en respuesta a los cambios de la propia sociedad y la ciencia: Optimismo tecnológico (1968- 1972), etapa en la que la computación y tecnología adquieren un papel significativo en sus planteamientos urbanísticos; Revolución social (1971-75), fase en la que desarrolla proyectos de naturaleza efímera y adaptada a las necesidades específicas del momento; Crisis energética I (1973-76), periodo marcado por la primera gran crisis energética internacional como consecuencia de la subida del precio del petróleo; y por último, Crisis energética II (1976-1988), ciclo en el que Prada Poole repiensa y combina ingeniería, arquitectura y planeamiento urbano para alcanzar el control microclimático en sus propuestas.
1. Optimismo tecnológico: una perspectiva abierta (1968-1972)
Mientras los avances técnicos fueron ocupando cada vez más parcelas de la vida cotidiana, el optimismo tecnológico se extendió con fuerza en la nueva sociedad de consumo. La llegada del hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969, se podría considerar como el momento cumbre de ese apogeo tecnológico; un gran paso para la humanidad que vio renovada sus esperanzas en un mundo mejor gracias al sentimiento paradójicamente antiguo de la conquista de nuevos territorios. El acontecimiento tuvo lugar en un presente con gran proyección al futuro; un futuro que fue la obsesión de una parte de la sociedad y, también, de algunos de sus arquitectos.
En plena crisis de los postulados del Movimiento Moderno, Prada Poole desarrolla sus primeros proyectos arquitectónicos inmerso en un contexto muy polarizado. De un lado estaban los arquitectos que creían necesario un cambio sin ser capaces de desvincularse totalmente del pasado. Ellos optaron por un post-moderno que, si bien dejaba atrás el pasado, no renunciaba del todo a él, tomándolo como referencia o punto de partida. Por otra parte, estaban quienes optaron por abandonar el pasado para confiar plenamente en la tecnología, convencidos de ser ésta la solución definitiva a los problemas de encaje de la arquitectura en la sociedad.
En ese contexto, en España nace el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid (CCUM) a principios del año 1966, fruto del acuerdo entre la Universidad y la empresa americana International Business Machines (IBM), que dona, entre otros equipos, la computadora IBM 7090. Esta potente máquina, que años antes había servido para realizar los cálculos que permitieron la llegada a la Luna del cohete Saturno, fue una fuente de inspiración y trabajo para muchos artistas. José Luis Alexanco y Manuel
Barbadillo organizan en 1968 el Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas (SGAFP), en el que participa Prada Poole, entre otros.
Para entonces Prada Poole ya había comprendido la implicación que la computación debía tener en el campo de la arquitectura, y trabaja en traducir y cuantificar valores estéticos concretos con la ayuda de procedimientos informáticos. No se trataría de una herramienta o mero asistente de diseño, como así era para gran parte de los arquitectos que mostraron interés por la computación en sus inicios. Según su punto de vista, la computación debía integrarse en el edificio, formando parte de él, como un elemento arquitectónico más. Su función debía ser la generación de una “arquitectura computadora”, es decir, no sólo diseñada con herramientas informáticas, sino computadora en sí misma. Se trataba de una arquitectura donde debería existir una comunicación fluida entre el edificio-computador y el medio donde se inserta, relacionándose de manera activa con él a través de su estructura en un continuo intercambio de información.
Sus investigaciones le llevaran al diseño de un programa informático, el Estetómetro (1971), con el que intenta medir esos valores con el fin de obtener un ‘índice de calidad’.
Con él trata de anteponer este objetivo a la traducción directa a un lenguaje o la elaboración de una gramática aplicada en la generación de nuevas obras de arte. En este sentido, una característica importante de sus investigaciones fue el marcado interés por los valores físicos y perceptivos que hacen que la obra de arte resulte bella o equilibrada y, por tanto, que permiten objetivar, a través de una realidad estética, algunos índices o elementos tradicionalmente considerados subjetivos en la historia del arte.
Entre los proyectos desarrollados en esta época, y en su fascinación por la organización de las estructuras materiales, organizativas y de información, Prada Poole realiza diversos proyectos para universidades. Tal es el caso del concurso para el nuevo Campus de la Universidad de Madrid, en Alcalá de Henares (1969), en el que pone el acento en la forma de organizar los espacios y la información de las distintas áreas de conocimiento que confluyen en la formación de los estudiantes.
En esta misma época investiga también las “estructuras neumáticas de respuesta variable” como posibilidad de establecer un nuevo sistema de comunicación activa entre el medio y el edificio, a través de su propia estructura, de manera que fuera posible adaptarla a las diferentes acciones estructurales –exteriores al sistema–.
Proyectos y material documental en esta sala-sección:
Gasolinera, 1962
Pabellón de estructura plegable, 1963
Búsquedas estructurales, 1964
Centro universitario, 1964
Edificio picos en León, 1967. Proyecto realizado en colaboración con Andrés García Quijada y Alberto Muñiz Sánchez
Campus de la Universidad de Madrid en Alcalá de Henares, 1969
Pabellón de Expoplástica, 1969
Campus de la Universidad de Florencia, 1970
Casa Jonás, 1970
Estructuras neumáticas de tercera generación, 1970
Estetómetro, 1971
Aramis López. Entrevista a Prada Poole sobre el estetómetro, 2012. Vídeo 2’ 45’’
2. Revolución social (1971-75)
Durante la segunda mitad de los años 60 del siglo pasado surgen en todo el mundo occidental –Francia y Estados Unidos principalmente- numerosos movimientos denominados underground como una fuerte crítica de la vida tradicional.
En un mundo cada vez más tecnificado, rodeado de máquinas capaces de automatizar gran parte de la industria y de las tareas domésticas, comienzan a surgir espacios de tiempo libre que hacían aflorar nuevos interrogantes de índole existencial y filosófica.
Surge así la necesidad de acontecimientos extraordinarios y nuevas formas de libertad que supusieran la base de un tiempo revolucionario.
En este “nuevo tiempo” para algunos, la arquitectura comienza a cobrar más valor cuanto menor es su duración. Lo que estos pocos comenzaban a valorar entonces era una arquitectura del acontecimiento, de la celebración y la fiesta, donde las cualidades específicas de cada lugar y el tiempo atmosférico definían el proyecto: un dispositivo de cambio permanente, donde el arquitecto era uno más de los actores que intervenían en su configuración.
Instant City de Ibiza (1971) y las Cúpulas para los Encuentros de Pamplona (1972) son los proyectos que mejor ejemplifican esta etapa, y responden a dos construcciones temporales desarrolladas para cubrir las necesidades específicas de unos encuentros. En el primer caso, el VII Congreso de la Sociedad Internacional de Diseño Industrial (ICSID) y en el segundo, el festival de arte de vanguardia internacional más amplio y significativo de los celebrados en España en el pasado siglo.
La Instant City fue un proyecto de experimentación pura al no insertarse estrictamente dentro de la dinámica de las necesidades reales. Fue una arquitectura perecedera, inédita hasta entonces en las experiencias arquitectónicas españolas, que supuso una auténtica renovación tanto por el empleo de estructuras neumáticas y materiales flexibles, como por los usos, relación con el lugar, autoconstrucción y, en general, por concebir el proceso como una creación colectiva que prolonga la experiencia misma de la ciudad.
Las Cúpulas para los Encuentros de Pamplona, por su parte, supusieron toda una novedad, ya que el cromatismo de las membranas de PVC y el propio material generaban toda una experiencia ‘sensorial-sensitiva’ traducida en cambios de presión y temperatura, luz atmosférica, cromatismo y cualidades olfativas -por la fragancia utilizada para disimular el olor del plastificante-.
Proyectos y material documental en esta sala-sección:
Exposición en Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, 1970
Instant City de Ibiza, 1971
Colón, 1971
Cúpulas para los Encuentros de Pamplona, 1972
Principios para un teatro urbano efímero e instantáneo: proyecto dedo, 1975
Tela de araña, 1977
Itinerario de exposición en el COA de Málaga, 1980
Novum organon, 1980
The River of the Desert (Tunel Manrique), 1983
Entrevista a Prada Poole – La utopía es posible. ICSID. Eivissa, 1971 Video 39’ 53’’.
Colección MACBA. Centre d’Estudis i Documentació
Fotografías y Noticiario NO-DO (1504 A, 1 de noviembre, 1971) de la Instant city de ibiza, 1971. Cortesía de Filmoteca española
Roberto Mardones. Instant city, 1971. Video 23’ 23’. Cortesía del autor
3. Crisis energética I (1973-76)
Durante el año 1973 las estructuras sociales, económicas y de producción, cada vez más interconectadas y dependientes entre sí, presentan un temible talón de Aquiles: las fuentes de energía. El hecho queda demostrado aquel mismo año, cuando el embargo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) provoca una subida del precio del combustible que dio origen a la primera gran crisis energética de nuestra historia. La dependencia de la sociedad respecto de las estructuras económicas y del petróleo hizo necesario revisar, de manera urgente, la relación del hombre con la arquitectura y de ésta con el medio ambiente.
Los proyectos de Prada Poole ya observaban la arquitectura como mediadora de esta relación. Sus propuestas no eran ya figuras sobre un fondo, sino dispositivos que interactuaban tanto con el usuario como con el medio que les rodea, en un continuo intercambio de energía. La pista de hielo de Sevilla, más conocida como Hielotrón, es el proyecto que mejor ejemplifica ese diálogo. Un dispositivo habitable que debía mantener un diferencial térmico enorme, sometido no solo a las oscilaciones de temperatura exterior, sino también a las variaciones producidas en su interior como consecuencia de los diferentes flujos de público. El objetivo se logró con éxito, funcionando con el menor consumo de energía de mantenimiento conseguido hasta ese momento en una pista de hielo.
Este proyecto y los anteriores le hicieron merecedor de ganar el Concurso Nacional de Arquitectura de 1975, el mayor y casi único reconocimiento español al trabajo de un arquitecto tan singular como su propia arquitectura.
Proyectos y material documental en esta sala-sección:
Pista de patinaje sobre hielo de Sevilla (Hielotrón), 1973
Hotel en Abu Dhabi, 1976
Ciudad Iceberg, 1975
Casa de los Cuatro elementos, 1981
Raúl Arteaga. Las ciudades duran demasiado. Entrevista a José Miguel de Prada Poole
Video 6’ 12’’
4. Crisis energética II: Hacia el control microclimático (1976-1988)
El final de la era de los combustibles baratos también obliga a repensar algunos de los aspectos más importantes del proyecto de arquitectura referidos a la energía. El “control microclimático” estaba llamado a ser la nueva ciencia capaz de combinar ingeniería, arquitectura y planeamiento urbano. Entre 1981 y 1983, coincidiendo con su estancia como profesor invitado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), Prada Poole inicia sus primeras investigaciones en estructuras tensadas. Con ellas perseguía crear grandes recintos de clima controlado a través de una arquitectura mejor adaptada a las condiciones climáticas de su entorno y muestra de ello fue el Pabellón de El Palenque de la Expo 92.
En trabajos posteriores sus edificios dejan de ser una protección del hombre contra la naturaleza. En la Sea Colony (1986), la ciudad flotante fagocita el paisaje, convirtiéndose ella misma en naturaleza, siendo su defensora y regeneradora. En su interior el hombre convive, junto a animales y plantas, en un ecosistema cerrado y transparente cuyos intercambios entre interior y exterior estarían controlados. La arquitectura se convierte entonces en un sistema regulador de los ciclos de ventilación, humedad relativa y temperatura, creando un clima privilegiado para la vida.
Proyectos en esta sección:
Zoco-Sub, jaimas en el barrio de Portugalete, 1976
Techo plegable para graduaciones y grandes celebraciones al aire libre en MIT, 1981
Auditorio en Parque de Entrevías, 1982
Sea Colony, 1986
Casa bonsái, 1987
Palenque Expo 92 de Sevilla, 1988
Invernadero de Almería, 1989
La Casa del Paraíso, 1991
PUBLICACIÓN, FACSÍMIL Y EDICIÓN ESPECIAL
PUBLICACIÓN
Con motivo de la exposición, la editorial Recolectores Urbanos edita, en colaboración con el MUSAC y el CAAC, una publicación que ofrece la primera lectura en profundidad y desde diversos ángulos del trabajo experimental de José Miguel de Prada Poole.
El libro se estructura en dos secciones. La primera de ellas cuenta con textos críticos del arquitecto y comisario de la muestra, Antonio Cobo; el arquitecto, pintor y escultor español Juan Navarro Baldeweg (Santander, 1939); el catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia Francisco Jarauta (Zaragoza, 1941); el arquitecto español y co-fundador del estudio Ábalos & Sentkiewicz, Iñaki Ábalos (San Sebastián, 1956); la profesora de la Escuela de Arquitectura de Madrid, María Teresa Muñoz (Toledo, 1947) y la arquitecta y co-fundadora junto a María Auxiliadora Gálvez Pérez de g + w arquitectura (1998-2017), Izabela Wieczorek (Brodnica, Polonia, 1974); así como de Carolina González Vives (Madrid, 1974), arquitecta especializada en hidrología urbana, co-fundadora del estudio Gonzalez Vives Arquitectos.
La segunda se dedica al análisis pormenorizado de los proyectos más significativos del arquitecto. Esta sección se divide en tres apartados: optimismo tecnológico, revolución social y crisis energética, y cada una de ellas recorre de manera cronológica los proyectos desarrollados, estando estos acompañados por textos explicativos, planos, imágenes gráficas y documentación de diversa índole que posibilitan la comprensión y envergadura de cada uno de los proyectos expuestos.
Edición y diseño: Recolectores Urbanos Editorial
Textos: Iñaki Ábalos, Antonio Cobo Arévalo, Carolina González Vives, Francisco Jarauta,
María Teresa Muñoz, Juan Navarro Baldeweg, Izabela Wieczorek
ISBN: 978-84-949663-1-6
Depósito legal: MA 851-2019
Año: 2019
Formato: 22 x 15,50 cm
Páginas: 128 p.
Facsímil y edición especial
En 1977 José Miguel de Prada Poole publicó Las Fuentes del Espacio, un pequeño libro que acompañaría la exposición homónima que posteriormente se celebró en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. A través de los textos y el material expuesto, Prada Poole plantea que la realidad objetiva es inalcanzable ya que está limitada por nuestra percepción sensorial y las barreras de la ciencia experimental. Partiendo de esa premisa, tratará de desvelar qué herramientas debe conocer el arquitecto para definir el Espacio, asunto esencial en cualquier definición sobre lo que la arquitectura es, o las operaciones que realiza el arquitecto.
Para ayudar al lector en la comprensión de su planteamiento elaboró un diagrama sobre el proceso productor de espacio, donde expresaba un complejo sistema en continua transformación que da como resultado el "Medio Equivalente" -medio inserto en el medio real pero limitado por nuestra propia experiencia.
Con motivo de la exposición sobre su obra, el MUSAC edita un facsímil del libro y un póster de aquel diagrama, al que denominó Esquema Perceptivo, un mapa de flujos que constituye un interesante documento para conocer la arquitectura de Prada Poole.
JOSÉ MIGUEL DE PRADA POOLE, NOTA BIOGRÁFICA
José Miguel de Prada Poole (Valladolid, 1938) es Doctor Arquitecto y ha sido profesor de Proyectos Arquitectónicos y de estudios de doctorado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (UPM). Como profesor invitado, ha impartido clase en la Architecture School y el Center for Advanced Visual Studies del Massachusetts Institute of Technology (MIT), así como en diversas escuelas de arquitectura de Canadá, Venezuela y Chile.
Es uno de los máximos expertos españoles en Urbanismo y Arquitectura Bioclimática, Estructuras Ligeras y Arquitectura Neumáticas. Sus proyectos han sido premiados en numerosos concursos nacionales e internacionales, entre los que cabe destacar el Premio del Concurso Nacional de Arquitectura del año 1976, por su proyecto para las Pistas de Patinaje sobre Hielo de Sevilla (Hielotrón).
Entre los años 1968 y 1973 fue miembro activo del Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas del Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid, centro pionero en el uso del ordenador como herramienta de creación artística, donde compartió experiencias con artistas como José Luis Alexanco, Soledad Sevilla, Eusebio Sempere, José María Yturralde o Elena Asins. Fruto de aquel periodo son algunos de sus ensayos más destacados sobre Estética como “Proposición para la obtención de un criterio de selección en la obra pictórica combinatoria”, “Estética Cibernética”, “Introduction a l’Esthetometrie Hypothétique” y “Actions gravitatoires dans la composition”, todos publicados por el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid.
Han escrito sobre sus trabajos publicaciones como Architectural Design, Domus, Architecture d’Aujourd’Hui, Techniques & Architecture, Fortune o Neuf. Es autor de proyectos paradigmáticos de la arquitectura española como la Instant City construida con motivo del VII Congreso del International Council of Societies of Industrial Design (ICSID) celebrado en Ibiza en el año 1971, las Cúpulas de los Encuentros de Pamplona de 1972 o el edificio para el Palenque en la Exposición Universal de Sevilla de 1992, entre otros.
ANTONIO COBO, COMISARIO. NOTA BIOGRÁFICA
Antonio Cobo Arévalo (Alcaudete, Jaén, 1980) es profesor en el Departamento de Ciencia, Materiales y Tecnología del Diseño de la Escuela Superior de Diseño de Madrid (ESD Madrid). Completó sus estudios de Arquitectura en la Universidad de Roma (Sapienza) y en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (UPM), donde obtuvo el Máster en Proyectos Arquitectónicos Avanzados.
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