Descripción de la Exposición
La espiral aparece en el arte de todos los pueblos a lo largo de la historia. Nuestros ojos parecen seguir por instinto las líneas que giran; la sensación de dar vueltas nos marea por un momento y nos produce placer. Una vez que la gente comienza a tejer, el lienzo se cubre de serpientes y caracoles. En el telar es fácil trazar una franja, pero es difícil curvearla, de manera que la espiral se convierte en greca y mantiene así su poder para atraer nuestra mirada.
La exhibición que ahora viaja de Oaxaca a Torreón quiere hacernos ver que el gusto de los seres humanos es universal, a pesar de las distancias geográficas y culturales. Además de provocar deleite visual, las grecas propician la creatividad simbólica. Las mujeres chinantecas, que viven en una región tropical húmeda en el norte de nuestro estado, tejen en sus huipiles un rombo rodeado de espirales a la altura del pecho. Las pequeñas grecas son para ellas "botones de vida" que representan diferentes etapas de la existencia, y el diseño entero es una puerta que protege su alma.
En el sur de Sumatra, los tejidos llamados tampan delimitan el espacio sagrado en las ceremonias cuando una persona nace, se casa o muere. Los tampan están adornados con una abundancia de grecas que plasman de manera general la vitalidad de los brotes tiernos de las plantas y evocan de ese modo la fertilidad de la tierra. En términos más específicos, las grecas dan forma a las barcas que transportan mágicamente al ser humano de una etapa de su vida a la siguiente. Al contrastar estas interpretaciones idiosincráticas con la similitud de los tejidos de un lado a otro del mundo, la exposición aspira a transmitir también una emoción de asombro ante la capacidad humana para imaginar y dar sentido a los diseños. Las espirales de la naturaleza se convierten en grecas como metáforas de nuestra vida.
Formación. 08 may de 2025 - 17 may de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España