'de Algodones y Tormentas' es el resultado de una fascinación íntima del autor por la belleza cambiante de las nubes, trágica unas veces y dulce otras. Éste trabajo ha sido realizado desde aviones, avionetas, helicópteros y, en alguna ocasión desde tierra en los siguientes países: Guatemala, Costa Rica, Perú, España, Omán y sobre el Mar Negro.

La exposición nos presenta así un mundo tan dual como el celeste. Un mundo que siempre está ahí, sobre nosotros, inamovible, eterno, pero que a la vez nos ofrece cada día un nuevo perfil, renovándose, y evolucionando como lo hacemos nosotros mismos. Y como si un reflejo de nosotros se tratase se eleva cada día con un nuevo ánimo, a veces pletórico y brillante, otros oscuro y taciturno...

... style='text-align: justify; text-indent: 1cm;'>Será por esto que el hombre siempre eleva la vista al cielo, como buscando lo que no encuentra dentro de sí pero en cambio le es tan familiar. Es ese cielo que nos calma, ese que nos llena de vida, pero también el que nos entristece e incluso nos doblega.

En 'de Algodones y Tormentas' cada fotografía es un nuevo cielo, es un nuevo sentimiento. Se trata de una pequeña muestra sobre la naturaleza cambiante del cielo, que queda inmortalizada por medio de la fotografía de Gonzalo de Alvear.