Descripción de la Exposición No era preciso inventarse el alma. El cuerpo es el alma. Aflorismos. Carlos Castilla del Pino David Catá (1988) es un artista visual multidisciplinar, que emplea técnicas de videoperformance, fotografía, escultura y pintura. Catá trabaja con el cuerpo, la memoria y el tiempo. Se cose o se introduce bajo la piel retratos de las personas que han marcado huella en su vida. Su trabajo desvela los vestigios que quedan adheridos a nuestra piel de quienes nos acompañan y a los que amamos. La piel actúa como un lienzo en el que tejer a los seres que llevamos tatuados en el alma. La piel es un territorio fronterizo entre los humores, las vísceras, la carne viva y los otros, que nos rozan, nos acarician, nos hieren, nos golpean y van modelando lo que acabamos siendo. Paul Valéry afirmaba que la piel es lo más profundo que hay en el hombre. La frase de Paul Valéry es un gran misterio Lo más profundo que habita en el ser debería ser lo invisible, lo oculto, y no la piel que lo envuelve. El artista intenta hacer visible esa idea, haciendo reverberar en la superficie las emociones que no se ven. La frase de Valéry descifrada por Gilles Deleuze (1925-1985) en De los Efectos de superficie es siguiendo la frontera, costeando la superficie como se pasa de los cuerpos a lo incoporal. Con Michel Foucault (1926-1984) el cuerpo se situó como espacio discursivo de lo físico, como soporte, liquidando definitivamente el dualismo cuerpo-alma a la vez que la división cuerpo-mente. El artista Günter Brus, salvaje representante del accionismo vienés, trabajó su cuerpo como la superficie de una pintura embadurnada con su sangre y sus excrementos en un ejercicio de paroxismo sadomasoquista. David Catá trabaja en su cuerpo en muchos de los trabajos aquí expuestos pero lo satánico de Günter Bruss es dulcificado, apaciguado porque no hay ejercicio sobre el dolor, sino sobre la memoria y la huella. En El truco preferido de Satán, selección de fragmentos de Pasajes, escribe Walter Benjamin: ...la huella es la aparición de una proximidad, por muy lejos que esté lo que la produjo. El aura es la aparición de una distancia, por muy cerca que esté lo que evoca. En la huella nos apropiamos de la cosa; en el aura ésta se apodera de nosotros. Trabaja por proyectos que generan procesos, pero parece tan interesado en mostrar el proceso como en preservar el resultado. Así en trabajos como Cimientos, Segunda piel, Ni contigo ni sin tí y A flor de piel al tiempo que su cuerpo está continuamente presente desarrolla estrategias para ocultarse, para desaparecer y disolverse. Estos proyectos se resuelven a través de un trabajo performativo en el que graba emociones y recuerdos sobre su piel trasformada en lienzo, límite, frontera, en barrera que nos protege de los otros y que acumula el poso del paso del tiempo sobre ella. Como expresa Castilla del Pino no hay muerte si no hay olvido. En las Parcas ancla los cuerpos frente a la levedad de lo recordado. Según el mito clásico todo humano tiene su Moira que le concede su parte de felicidad y desgracia. Estas tres hijas de la noche tejen los hilos que controlan nuestra travesía por esta tierra. En este viaje encontramos gozos, dolores y gente que nos acompaña quedándose prendido su olor, su sabor y su huella en la membrana que nos contiene, tejiendo una red de conexiones que entrelazan nuestro cuerpo con los otros cuerpos que nos han rozado. Nuestro cuerpo enlazado con los otros cuerpos para construir un territorio común. Un destino prefijado de antemano por el puerto del que partimos y los mares que surcamos. Déjame volar es el proyecto más reciente de David Catá, donde se produce el desplazamiento de trabajar sobre su propio cuerpo hacia el cuerpo de los otros, a los que clava con semillas de la flor de dientes de león. ¿Quién no se ha vivido la celebración emocional de un paisaje al soplar un diente de león y pedir un deseo mientras se esparcen sus semillas al viento? ¿Quién no ha recuperado destellos de la infancia perdida observando el ligero devenir de los dientes de león? La vida es efímera como el vuelo del diente de león, y sólo seguiremos siendo mientras dure el recuerdo de los que nos han conocido. Y sin embargo, al igual que su cuerpo se desvela a la vez que se oculta, cuanto más leve es el vuelo más denso se hace el recuerdo. Las semillas hacen más sólida la superficie de las cosas y quedan adheridas a los rostros, como alfileres que les impiden despegar, y alejarse. En la exposición se muestra como el artista ha ido elaborando proyectos coherentes, algunos cerrados y otros en proceso, dotando de visibilidad algo tan difícil como la reminiscencia de los otros penetrando nuestra coraza y modelando en definitiva lo que somos, nuestra identidad. Su trayectoria se puede inscribe en plena posmodernidad que transfirió al arte actual la importancia de la subjetividad, del cómo interpreta cada espectador los signos. El trabajo de David Catá tiene un doble proceso, una dualidad con un juego de tensiones entre contrarios. Peso y levedad, cuerpo y alma, recuerdo y olvido, ancla y vuelo. El álbum de fotos grabado sobre la palma de la mano contiene el eco del dolor al coser y descoser los rostros en la piel, incluso a veces nos obliga a apartar la mirada como mecanismo de defensa, pero esa emoción se trasforma en una celebración viva de nuestros días, una ceremonia de reconocimiento de los otros. Pero el álbum de fotos cubierto por semillas de dientes de león almacena sobre los rostros más malestar e inquietud y nos genera más emociones contrarias. Frente a la levedad de la semilla mecida por el viento la pesadez que materializa a los fantasmas. Frente al elogio de la sabiduría de abuelos, padres y maestros que nos enriquece, la crueldad al intentar retener a quienes hemos amado. Frente a las fotografías de Davíd Catá podemos participar de ese último pensamiento barthiano. Son imágenes que nos han 'punzado' (pues tal es la acción del punctum) e infaliblemente vamos más allá de la irrealidad de la cosa que está representada.
Exposición. 09 oct de 2024 - 10 mar de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España
