Dave Donné nació en Hasselt (Bélgica) el 9 de diciembre de 1980.
Aunque su formación se encaminó hacía el vidrio, vidrieras similares a las que encontramos en iglesias y catedrales, pronto derivó en instalaciones y vídeo arte, aunque al poco tiempo comenzó de nuevo, esta vez como escultor y pintor. El considera que pinta como un escultor, los límites entre pintura y escultura están difusos en su obra, son esculturas que puedes colgar en una pared, en las que la luz que se proyecta sobre ellas juega un papel importante.
Su trabajo se califica como minimalista, y así es como él considera su obra. Su forma de trabajar es el resultado final de todo un proceso, que empieza desarrollando una idea, haciendo cálculos, tomando medidas, realizando dibujos y esquemas que ocupan la mayor parte del tiempo en el proceso de creación, el resultado final es la culminación de un largo tiempo de...reflexión, ya que sólo cuando todo encaja perfectamente, empieza a materializar la obra, es una ejecución vulnerable, ya que una línea equivocada, un solo movimiento dudoso puede distorsionar toda la obra que se revelaría como inutilizable.
Empezó con pinturas monocromas en relieve sobre lienzo, madera y chapa. Los materiales que utilizaba para las "pintura ceniza" como MS polímero sobre madera, aún los utiliza para sus pinturas monocromas; este material, el polímero, se desliza sobre el soporte como una materia espesa que debe moldear con exactitud. Las pinturas monocromas, realizadas con precisión geométrica, dan lugar a sensibles trabajos que consisten en una secuencia de varias idénticas o similares porciones que van enlazadas unas a otras. Las obras destilan una especie de vulnerabilidad y a la vez son muy serenas y transmiten calma.
Aun cuando Donné tiene su propio lenguaje, existe una conexión con la geometría abstracta y los constructivistas belgas como Gilbert Decock. Tiene también influencias góticas probablemente debidas a su educación como artista del vidrio. También podemos apreciar influencias de Piero Manzoni, o Walter Leblanc, aunque Dave Donné no sigue tendencias, podríamos decir que tiene muy claro lo que quiere hacer y porqué lo quiere hacer, para él cada momento es único, cuando traza una línea no puede volver atrás, eso exige una gran preparación, una gran concentración, su trabajo es como el de un cirujano que sabe que la precisión es imprescindible, que a veces en la vida las cosas solo se pueden realizar una vez y no hay vuelta atrás. Esta idea resulta un reto para el artista que, por otra parte piensa que lo que has hecho en el pasado tiene una clara proyección en el futuro, sus relieves son resultado de las incisiones que ha realizado y la luz de la mañana nos hace verlas diferentes a como las percibiremos por la noche.
Sus obras tiene un valor emocional grande, están en perfecta armonía consigo mismas, algo así como en la cultura japonesa denominamos el Wabi Sabi que significa la belleza de lo imperfecto; eso es lo que encontramos en su trabajo, visto de lejos parece perfecto, cuando nos acercamos vemos que no lo es, pero eso no resta belleza, sino al contrario.
Esta es su primera exposición en la galería, presentaremos seis piezas realizadas especialmente para nuestro espacio, monocromas en blanco o en negro.
Entrada actualizada el el 02 dic de 2015
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