Descripción de la Exposición Oscar Bento nació en Jávea, hace unos dieciocho años, en una pequeña galería de arte, en un campo de amapolas, verde y rojo, rojo y verde, que crecía día a día ante mis ojos. Allí, nació para mi, allí contemplé lo que era crear belleza. Allí nació el amigo, el compañero, el mago en posesión de la fórmula secreta de regalar un instante de paz de la naturaleza para mi contemplación.
Desde entonces mi amigo, el artista, ha hecho más amigos, él y su pintura han viajado lejos… Berlín, Gante, Estrasburgo, Niza, Miami, Düsseldorf, Münich, Augsburg, London, Madrid, Barcelona… Don Felipe de Borbón, Lorenzo Quinn, tienen obra suya; ha dejado que otros asistan a su creación continua, en constante evolución, ha sabido llegar a un publico que le entiende, que le admira, que le sigue en ese siempre difícil ascenso.
El mundo a veces parece demasiado abstracto, extraño y ajeno para los que lo contemplamos, en ocasiones poco acogedor. En esa contemplación la búsqueda de la belleza se hace imprescindible para sobrevivir.
Su pintura no es el reflejo de una realidad, es el trazo de su esencia
¿Qué pinta Oscar? ¿Qué nos regala a través de su obra? ¿El sol?, ¿La luna?, ¿El mar? …no, su regalo es el beso, la caricia, el escalofrío…el beso del sol en la cara, la caricia de la noche, el escalofrío del agua en la piel, el que se siente al mirar sus playas, su mar.
Oscar posee el don de la comunicación intima con la naturaleza, tiene el privilegio de que ella le abra las puertas de su esencia para fundirse con él, en la certeza absoluta de que él sabrá, después, en la soledad de su estudio, evocar los recuerdos del privilegio de esa extraordinaria experiencia y hacernos llegar a través de su pintura la parte de ella que es instante puro, inmaculado; fusión de la naturaleza viva con el artista.
Lo sabes al contemplar su pintura, y si no dejas de mirar escucharás la historia secreta del baile de un pincel que no tiene edad, porque no sabe del tiempo. Sólo sabe del pulso de quien le hace danzar bañado en los colores para dibujar el viento, el movimiento, las olas al romper en la roca de la playa, que convierte la aparente dureza en suave movimiento circular, en silencio, coreógrafo del viento.
Ahora, estos nuevos instantes de mar, de espuma, de danza de gotas de agua, nos devuelven de nuevo la serenidad; el mar se ha pintado a si mismo y como siempre, sólo Oscar Bento nos lo puede contar, porque fue él quien lanzó los lienzos al mar.
Oscar, nunca dejes de pintar.
Exposición. 09 ene de 2025 - 14 feb de 2025 / Galeria Leandro Navarro / Madrid, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España