Descripción de la Exposición
Las obras de Berdala surgen de una pulsión netamente romántica. Su inspiración es emocional, y tanto pueden partir del descubrimiento de un paisaje natural o de la voluntad de pintar un estado anímico. Poe decía que la literatura debía ser una corriente subterránea bajo la superficie, y la obra de Berdala recorre por los senderos ocultos del subconsciente. En las narraciones de Edgar Allan Poe, el entorno se transforma con el estado anímico del personaje y viceversa. Son estos caminos invisibles los que recorren las pinturas que presentamos en esta exposición. Unos caminos que, sirviéndose de la representación del mundo exterior, recrean el mundo interior y exaltan los sentimientos o la subjetividad del artista. Este interés en la penetración psicológica a través de la pintura, desemboca, en ocasiones, en la construcción alegorías del momento actual. Una muestra de ello, la constituye la serie de los equilibristas: una persona atraviesa un paisaje incierto sobre una cuerda floja, una clara alusión a la incertidumbre y la inseguridad. Podemos llegar al final o caer en el precipicio, pero si llegamos, será haciendo equilibrios y gracias a la suerte o a la inspiración del momento.
A lo largo de la historia del arte, los momentos artísticos han basculado del sentimiento a la razón: del renacimiento al barroco, del barroco al clasicismo, del clasicismo al romanticismo, y así sucesivamente; incluso las tendencias que se sucedieron en a lo largo del siglo XX se decantaban por una u otra forma de enfrentarse al mundo. La obra de Daniel Berdala, en un momento dominado por el conceptualismo, prioriza el sentimiento y la individualidad. Quizás no es nada revolucionario (o sí) pero a nosotros nos resulta muy reconfortante. Siguiendo el modo de los románticos, Berdala se aparta de la voluntad de reproducir el estado de las cosas, para seguir los caminos invisibles que le llevan a la naturaleza y viceversa. Esto no quiere decir que se desentienda del entorno, todo lo contrario. Como decía Adorno, las obras de arte deben ser la historiografía de su tiempo, el subconsciente de la historia. Precisamente es el entorno y la circunstancia (en el sentido filosófico del término) lo que provoca en nuestro artista, la necesidad de “reconciliar lo irreconciliable” y sólo lo logra pintando desde las coordenadas de su atlas interior.
Daniel Berdala (Barcelona, 1968) esta diplomado en pintura por la Escola Massana y su obra se ha podido ver, entre otras, en las galerías Quiosc (Tremp) y Alonso Vidal (Barcelona), y en instituciones como la Sala Barradas (L'Hospitalet de Llobregat) El Colegio de Periodistas de Cataluña, el Espai Fabra i Coats, el Museo Can Framis de la Fundación Vila Casas (Barcelona) y en Les Bernardas de Salt (Girona).
Exposición. 12 nov de 2024 - 09 feb de 2025 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España