Descripción de la Exposición
Dolor, olvido, amor y nostalgia son conceptos que atraviesan la obra de David Catá desde sus comienzos. Su fotografía es pálida y limpia: una luz casi antiséptica como de quirófano rota por la aparición del rosáceo de la carne de sus modelos. En la serie "Déjame volar", Catá ha querido cubrir la piel de los fotografiados con una pátina de vilanos de dientes de león. Una capa de pelusa suave y ligera que deja al visitante en una peculiar situación: Catá nos despierta una inclinación natural que nos hace querer traspasar el marco y aclarar los rostros representados con un suave soplido. Catá tiene un don para despertar reacciones físicas pero este primer magnetismo debe ser tomado como un impulso para acercarse a su obra y descubrir la pureza y profundidad de su simbología, nunca como la totalidad de la experiencia. Con los vilanos, pegados uno a uno a la piel de los modelos, Catá quiere hablarnos de la de lo efímera y frágil que es la existencia, de lo volátiles que somos. Plantaremos un amasijo de recuerdos que poco a poco irán desapareciendo o esparciéndose hasta volverse insignificantes.
Desde la ligera caricia del diente de león, Catá nos lleva a la crudeza de los cosidos, una performance de body art que documenta con fotografías y vídeos y de la que veremos un ejemplo en vivo en la inauguración. Catá ha reservado esta práctica artística para efectuarla en su propia piel y la realiza con un talante casi sagrado. Catá se cose literalmente retratos detallados de seres queridos en la palma de su mano. Una vez separa los hilos, los rostros quedan marcados en una cicatriz temporal que rasga la capa superficial de la piel. Un ejercicio de profunda introspección que invita a reflexionar sobre la marca del otro, sobre las huellas que aquellos que queremos o hemos querido nos dejan y una preciosa metáfora sobre el dolor del olvido.
Exposición. 12 nov de 2024 - 09 feb de 2025 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España