Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- El trabajo de Hélène Crécent conjuga elementos cercanos a los mensajes post-feministas de los años 90, con una poética globalista y un lenguaje iconográfico multicultural con facturas cercanas al art brut.
Hélène Crécent protesta con sus “Cuerpos múltiples” contra las manipulaciones sociales a las mujeres. Sus esculturas de tela cosida cuestionan así un material y una técnica asociadas al rol femenino. Son pinturas sobre lienzo no se ajustan a un marco, sino a formas femeninas con vivos y expresivos colores.
Afincada en Valencia desde hace 10 años, estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de Burdeos, dedicándose en principio al mundo audiovisual. La obra que viene realizando en los últimos años combina la escultura de materiales textiles con los dibujos y pinturas, centrándose en el cuerpo humano femenino.
Los cuerpos múltiples de Crécent son el resultado de una investigación constante con los materiales creativos con los que la artista trabaja muy a gusto y con plena intencionalidad en las fronteras del arte aceptado, con una postura firme y desprovista de prejuicios a la hora de aprovechar las posibilidades expresivas de medios inusuales; en este caso la pintura sobre un lienzo cosido y rellenado de guata como soporte volumétrico.
Títulos como "Cuerpo nutricio", "Cuerpo tribal" o "Cuerpo violado”, por poner algunos ejemplos, encarnan entidades que se expresan por sí mismas o que se presentan en ocasiones agrupadas para reforzar su sentido dramático. La forma soporte confeccionada con la tela del lienzo que ha abandonado su clásica bidimensionalidad, cobra ahora presencia y le permite a la artista adentrarse por los senderos volumétricos sin renunciar totalmente al sentido pictórico frontal de sus creaciones.
Los cuerpos de Crécent se presentan como huellas de lo vivido, del pasado irrecuperable, de la historia contenida. Y las historias elegidas resaltan por la crudeza grabada en su materia, al tiempo que apuntan hacia la esperanza del futuro como cuerpo glorioso, de un cuerpo más allá del propio cuerpo. Sus grafismos muestran a menudo fragmentaciones corporales como elementos autónomos: manos que abrazan, atrapan o acarician o puños que golpean. Rostros que se retuercen, observan o sufren. Sus referencias personales se dirigen a de Saint-Phalle, Calder, Dubuffet, Basquiat y especialmente a los componentes de COBRA a los que rinde con estas obras un homenaje personal.
Los dibujos que acompañan a las esculturas en formato 100 x 70 cm, son monócromos y de factura rápida, aunque no exentos de componente meditativo. Son representaciones crudas que parten de su mundo interior y se sumergen sin estereotiparse en el movimiento pluralista del arte actual. Nos acercan a un mundo desacostumbrado con un tratamiento inusual de los materiales.
Crécent es una artista de gran fuerza expresiva, que se ubica dentro de las coordenadas actuales sin caer en fáciles discursos discriminatorios. Su trabajo es un punto de referencia en una línea post-feminista, que tomando a la mujer como punto central, no entra en el juego que algunos artistas o críticos se empeñan en definir como lenguaje femenino.