Descripción de la Exposición
Cuarenta es más que un número. Cuarenta es más que tiempo, es el camino no tomado del que hablaba Robert Frost en su poema "The road not taken“.
Es entender que nuestras decisiones construyen ese camino que nos define mientras transitamos dos mundos opuestos habitados por las ideas y las emociones. Es ser conscientes de la no pertenencia a ninguno de los dos y asumir el carácter dual de la naturaleza humana, de uno mismo, es transitar entre dos puntos. Esta tensión constante entre contrarios, orden-caos, bien-mal, principio-fin, se pone de manifiesto en nuestra forma de ver y entender la realidad. Somos la suma de nuestras contradicciones.
La porcelana, en combinación con el metal y la madera, es un material perfecto para expresar esta idea. Extremadamente frágil en estado crudo, adquiere una vez cocida a 1250º C, una espectacular belleza y resistencia. Puede ser fría y cálida, fuerte y frágil, opaca y translúcida; inmutable y resistente al paso del tiempo pero en constante desequilibrio, a merced del azar y la fuerza.
La porcelana blanca y la porcelana negra como pareja opositiva junto a las infinitas posibilidades expresivas derivadas de los binomios sombra y luz, volumen y vacío en eterna lucha y reconciliación, refuerzan ese concepto dual que vertebra esta muestra donde la naturaleza, la identidad y los recuerdos son los protagonistas de una evolución natural hacia la síntesis de las formas.