Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Cada exposición de Cristina Duclos es como una gran ventana que se abre al esplendor de la naturaleza. Sus cuadros, de un vitalismo y una alegría de vivir contagiosos, nos envuelven en el perfumado aroma de los lilium y en el exquisito colorido de las sterlizias. Su realismo es tan poderoso -observad, como ejemplo, los dos bosques que ahora presenta- que si en los helechos del primero podemos palpar la jugosidad del verano, en el segundo querríamos meter los dedos en las rugosidades y grietas de sus troncos. A los óleos, acuarelas y esculturas de Cristina Duclos hay que acercarse con el espíritu expectante con el que de niños mirábamos aquellas muñecas rusas -las matriuskas- que aparentemente eran una sola pero al abrirla iban saliendo de su interior otra, y otra, y otra. Así ocurre con la obra de esta apasionada ecologista '¿qué mejores palabras para definir el discurso ético y estético de Cristina Duclos'' y sus bien dosificadas lecturas. Primero nos dejamos deslumbrar por la armonía de sus composiciones; a continuación percibimos el excelente dominio de su técnica -numerosas y delicadas transparencias de color, sutiles capas de pigmentos que insuflan movimiento a las flores-; después, si seguimos mirando con atención, descubriremos la razón primordial de su arte: la tenaz y entusiasta defensa de esos frágiles y deliciosos seres 'cannas, orquídeas, corales, hormigas, correcaminos, conchas de nácar, almendros, mariposas...' a los que ella, con pinceles y buriles, otorga un pasaporte para la eternidad. No sé si Cristina ha leído los versos del poeta inglés William Blake: 'Ver el mundo en un grano de arena, / y el cielo en una flor silvestre'- pero ella, pintando, los convierte en realidad. Tanto que, para mí, sus cuadros, rebosantes de sensualidad, con abejas que zumban sobre las magnolias y conchas que me traen los secretos del mar, son mi magdalena de Proust: me trasladan a los juegos de infancia, a los baños en el Mediterráneo y a la alegría de estrenar todas las mañanas del mundo. Cristina, además, no se conforma con ofrecernos los espléndidos bodegones que tanto éxito le procuran sino que en cada exposición se reinventa y da el triple salto mortal. Si hace dos años presentaba sus primeras esculturas en bronce patinado, esta vez -además de nuevas piezas tan bonitas como ese árbol que parece volar empujado por el viento, un correcaminos de increíble levedad, abejorros y hormigas rebosantes de humor, un capullo de seda del que a punto está de salir la mariposa, incluso una vieja y exprimida cepa- Cristina Duclos se transforma en Capitán Nemo, y de sus aventuras por los fondos marinos nos trae preciosos corales negros, incluso una figura femenina a la que el oceáno y el tiempo han convertido en una joya de museo. ¿Y qué decir de sus tintas chinas, y de los maravillosos papeles de seda del Japón y Nepal que utiliza para volcar en ellos toda la magia de la botánica? Cristina Duclos, tan enamorada de las flores como la baronesa Karen Blixen -la autora de Memorias de África, quien no podía vivir sin tener cerca jarrones con flores- nos abre de nuevo los fascinantes jardines de su arte.
Cristina Duclos inaugura una nueva exposición en Ansorena Galería de Arte manteniendo la naturaleza como hilo conductor de la muestra e incorporando esta vez algunas novedades como son los temas marinos. Corales y algas vienen a añadirse a su repertorio de insectos, ramas, hojas y coloridas flores.
Exposición. 18 feb de 2025 - 15 jun de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España