Según sus propias palabras, Totoki utiliza el hierro, la cerámica, la piedra o la espuma como un pintor aplica sus colores, y el resultado es un juego de texturas misterioso, atractivo y siempre muy sutil. Veremos en la exposición piedras blancas que se amontonan en estancias inabarcables, paisajes formados por ramificaciones también blanquísimas que conforman bosques intangibles, como extraterrestres, y una ausencia total de escala, una misteriosa pérdida de cualquier referencia espacial que hace a estas fotos rozar la abstracción.

Los reflejos, la luz y la sobriedad en el colorido que caracteriza a Michiko son los elementos protagonistas de la muestra. Las instalaciones que fotografía, auténticos jardines en miniatura, las construye con pulcritud y sobriedad oriental, y después con el objetivo de su cámara hace desaparecer sus límites, las hace intangibles y etéreas.

Las series fotográficas de esta artista, que ha trabajado todas las disciplinas artísticas, van ... ganando en elegancia con los años. Son composiciones limpias, muy cuidadas y minimalistas. En esta ocasión, Totoki vuelve a presentar sus imágenes sobre planchas de aluminio, que permite una visión sin obstáculos de la obra y una mayor perdurabilidad. Los formatos de las fotografías que se colgarán en Catarsis son muy variados, y los precios, muy asequibles.

Doctora en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, Michiko ha realizado numerosas muestras artísticas alrededor del mundo, marcando siempre un particular estilo que le ha llevado a ser especialmente reconocida en Europa y Asia. Su trabajo lo podemos encontrar en galerías y museos, así como en exclusivas colecciones privadas en países como Japón, España y Estados Unidos. Desde hace seis años lleva obra a la feria ESTAMPA y este año ha sido seleccionada para la exposición anual que organiza entreFotos, asociación para la promoción y la divulgación de la fotografía.